La hidrocefalia es una condición médica que puede afectar a personas de todas las edades. Esta se caracteriza por una acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro, la cual causa la dilatación de los ventrículos cerebrales. Dicho líquido tiene un papel fundamental en la protección y nutrición del cerebro, pero si no se absorbe o se produce de forma inadecuada, genera presión en el cerebro y afecta a su funcionamiento. A continuación, te hablamos sobre la hidrocefalia en adultos y su esperanza de vida.
Índice
Vivir con hidrocefalia: ¿qué implica?
La hidrocefalia se presenta con mayor frecuencia en los niños, pero también se puede dar en adultos y personas mayores. Su incidencia es de 1 cada 1.000 personas, aproximadamente.
Los síntomas de la hidrocefalia en adultos pueden variar teniendo en cuenta la edad a la que surge la enfermedad. Sin embargo, algunos de los más comunes son:
- Dolores intensos de cabeza.
- Problemas en la visión, como visión doble o borrosa.
- Pereza o somnolencia.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Cambios en la personalidad.
- Mala coordinación.
- Falta de apetito.
- Dificultad para mantener el equilibrio y para caminar.
Además de esto, en adultos de mediana edad y mayores de 60 años puede darse un deterioro de la memoria, pérdida de control de la vejiga o una necesidad frecuente de orinar y pérdida de capacidades de razonamiento o pensamiento.
Por su parte, en los niños, la hidrocefalia puede implicar dificultades para el aprendizaje, problemas de coordinación, problemas físicos o pubertad precoz.
Para poder evaluar la gravedad de la hidrocefalia existe lo que se conoce como «Índice de Evans». Este índice mide la relación entre el diámetro de las astas frontales de los ventrículos laterales y el ancho interno del cráneo. Gracias a esta medición, los profesionales pueden determinar si el paciente afectado requiere una intervención quirúrgica.
Causas de la hidrocefalia
Tal y como se ha mencionado, la hidrocefalia se da por un problema con el flujo del líquido cefalorraquídeo (LCR), que es el líquido que rodea al cerebro. Dicho líquido circula a través del mismo y de la médula espinal y se absorbe en el torrente sanguíneo.
Cuando el líquido aumenta es cuando ejerce presión sobre el cerebro, causando la hidrocefalia. Las causas de ese incremento de LCR en el cerebro pueden ser:
- Una obstrucción del flujo del líquido cefalorraquídeo.
- Una mala absorción del LCR.
- O una producción excesiva del líquido.
En algunos casos, se desconoce la causa de la enfermedad. No obstante, hay ciertos factores de riesgo que pueden contribuir a padecerla:
- En los recién nacidos, algunos factores peligrosos son el desarrollo anormal del sistema nervioso central, una infección en el útero o un sangrado dentro de los ventrículos.
- Tumores o lesiones.
- Sangrado en el cerebro provocado por un accidente cerebrovascular o lesiones en la cabeza.
- Infecciones en el sistema nervioso central. Por ejemplo, paperas o meningitis bacteriana.
Tipos de hidrocefalia
A la hora de clasificar la hidrocefalia en el adulto, existen varias tipologías.
Hidrocefalia congénita
En ocasiones puede suceder que, siendo adulto, el neurocirujano detecte hidrocefalia en un paciente, la cual estaba presente desde el nacimiento. Esta es la hidrocefalia congénica y no produce síntomas hasta la adolescencia o la edad adulta.
La razón puede ser que el líquido llega a acumularse en exceso en momentos posteriores de la vida y es ahí cuando se dan los signos. De hecho, muchas veces, la hidrocefalia congénita se detecta en el adulto cuando se realiza un TAC o resonancia magnética por causas neurológicas no relacionadas con esta enfermedad.
Hidrocefalia adquirida en los adultos
La hidrocefalia adquirida es aquella que aparece después del nacimiento. En el caso de los adultos se da cuando ya pasan la adolescencia, siendo algunas causas comunes:
- Los tumores cerebrales.
- Los traumatismos.
- Una meningitis u otras infecciones del cerebro o la médula.
- Una hemorragia intraventricular.
Hidrocefalia normotensiva del adulto
La hidrocefalia normotensiva se da en adultos de edad avanzada, frecuentemente en los mayores de 60 años. La hidrocefalia normotensiva del adulto supone la acumulación de LCR, lo que hace que los ventrículos aumenten de tamaño, pero sin detectar un gran incremento de la presión intraventricular.
Sin embargo, en algunos pacientes, se puede registrar una presión del LCR que oscila entre niveles altos, niveles normales y niveles bajos.
La hidrocefalia normotensiva puede estar asociada a hemorragias, traumatismos o infecciones previas.
Hidrocefalia crónica del adulto
La hidrocefalia crónica del adulto es aquella que se caracteriza porque se desarrolla de forma lenta y progresiva, acumulando de esta manera el líquido cefalorraquídeo en el cerebro.
La principal diferencia con una forma aguda de la enfermedad es que puede pasar desapercibida en las etapas iniciales. Esto, a su vez, puede dificultar su diagnóstico.
Hidrocefalia leve
Se considera hidrocefalia leve aquella que no cursa síntomas pronunciados. Es importante tener en cuenta que, de no tratarse la enfermedad, aunque sea una hidrocefalia leve, puede tener graves consecuencias. No obstante, no siempre es mortal.
Hidrocefalia comunicante o no comunicante
La hidrocefalia comunicante o no obstructiva es la que está provocada por una incorrecta absorción del LCR. Por su parte, la hidrocefalia no comunicante u obstructiva es aquella en la que se obstruye el flujo del líquido en el sistema ventricular del cerebro.
Hidrocefalia: Esperanza de vida
En muchas ocasiones es difícil dar datos concretos al hablar de esperanza de vida para quienes padecen una enfermedad, ya que esta puede variar considerablemente en función de diversos factores. Un ejemplo puede ser la esperanza de vida después de un ictus.
En este caso, saber cuánto tiempo puede vivir una persona con hidrocefalia es complicado, puesto que la longevidad de la persona va a depender de cuestiones como la causa subyacente de la enfermedad, la temprana detección del problema y el establecimiento y seguimiento de un tratamiento adecuado.
Lo que sí se sabe es que el tratamiento para la hidrocefalia, mantiene la vida de los pacientes, y los avances en neurocirugía posibilitan que muchos adultos puedan llevar un estilo de vida normal, a pesar de tener que llevar un control de la enfermedad.
Por el contrario, en caso de cesar el tratamiento, se ha determinado una tasa de mortalidad del 50% – 60%. Además, las personas que sobreviven, pueden tener importantes secuelas cognitivas.
Los casos de hidrocefalia leve, si se tratan temprana y adecuadamente, pueden tener pocas o ninguna complicación grave, por lo que la esperanza de vida tampoco se ve afectada.
Dudas frecuentes sobre la hidrocefalia
Además de querer saber cuál es la esperanza de vida, vivir con hidrocefalia puede suscitar muchas dudas. Algunas de las preguntas que más se repiten entre quienes padecen esta condición o sus allegados son las que siguen.
¿La hidrocefalia es mortal?
Como se ha mencionado, la hidrocefalia es una enfermedad que puede llegar a causar daños permanentes en el cerebro y, consecuentemente, surgen problemas relacionados con el desarrollo físico y mental. Además de esto, si no se trata la hidrocefalia, las complicaciones derivadas pueden causar la muerte en algunos casos.
Por suerte, cuando se realiza un diagnóstico temprano y se establece el adecuado tratamiento, muchas de las personas con esta condición pueden llevar una vida normal, aunque con ciertas limitaciones.
El tratamiento de la hidrocefalia tiene como objetivo reducir o prevenir el daño cerebral por medio de la mejora del flujo del LCR. En algunos casos, es posible realizar una cirugía para suprimir la obstrucción.
¿La hidrocefalia es hereditaria?
Según la etapa en la cual surja la hidrocefalia, esta puede estar causada por factores hereditarios. Por ejemplo, en la hidrocefalia congénita, la que aparece desde el nacimiento, la forma más común genética es aquella con transmisión recesiva ligada al cromosoma C.
Esta tiene una tasa de recurrencia del 50% en los fetos masculinos.
¿La hidrocefalia es reversible?
Para saber si la hidrocefalia es reversible hay que conocer la causa subyacente. En algunos casos, con un diagnóstico multidisciplinar precoz y el tratamiento médico o quirúrgico adecuado, es posible alcanzar su reversibilidad.
Grado de discapacidad por hidrocefalia
La hidrocefalia en adultos y en niños está asociada a daños cerebrales relacionados con problemas para razonar, de concentración o de memoria a corto plazo. Además, la enfermedad también puede reflejarse en inconvenientes físicos, como problemas visuales, así como dificultad para coordinar, mantener el equilibro o caminar.
Teniendo en cuenta esto, el grado de discapacidad asociado a la hidrocefalia puede variar. Mientras que algunas personas pueden llevar vidas independientes con un tratamiento, otras pueden enfrentarse a desafíos mucho más significativos.
Por ejemplo, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Santander, declaró que el daño cerebral de un paciente causado por una hidrocefalia congénica conllevaba incapacidad permanente absoluta para toda profesión u oficio. Tras dicha sentencia, se concedió una pensión de orfandad al demandante, de 25 años, por el fallecimiento de su madre.
A pesar de este caso, las circunstancia particulares de cada persona con hidrocefalia deberán ser analizadas por las autoridades competentes para determinar el grado de discapacidad que le corresponda.
Teniendo en cuenta lo dicho, ante la complejidad y todas las variables que rodean a la hidrocefalia, es muy valioso considerar la importancia de contar con una buena planificación financiera y protección económica a largo plazo.
En este contexto, contratar un seguro de vida surge como una decisión apropiada, pues este tipo seguro no solo garantiza un respaldo económico para los familiares en caso de fallecimiento, sino que también ofrece beneficios en caso de incapacidad.
Dado ese respaldo financiero sólido, un seguro de vida familiar permite afrontar los costes asociados a cuidados a largo plazo que podrían ser requeridos en caso de padecer una condición como la hidrocefalia.