El chupete para bebés es un objeto que genera diversas opiniones entre padres y expertos de la salud infantil. Algunas personas lo consideran un aliado fundamental para dar tranquilidad a los pequeños, mientras que otras, aunque no lo rechazan, sí que sugieren mucha precaución y limitación en su uso. Si quieres saber cuándo dar el chupete por primera vez, te contamos lo que dicen los expertos.
Índice
Chupete y lactancia materna, cómo se relacionan
En primer lugar, es importante conocer la relación entre el chupete y la lactancia materna, ya que influye en la introducción del chupete.
Dar el pecho es crucial para el desarrollo del bebé, además de aportar otros beneficios como el fortalecimiento del vínculo madre-hijo. El niño comienza a desarrollar el reflejo de succión mientras aún está en el útero materno, reflejo relevante porque le permite alimentarse inmediatamente después de nacer.
La succión es, esencialmente, una habilidad para obtener alimento, pero tiene otras funciones. Por ejemplo, la función reguladora en los bebés. Este acto les proporciona una gran sensación de bienestar, puesto que, al succionar, el cerebro del pequeño libera endorfinas que lo relajan y reconfortan de inmediato. De ahí que el chupete sea tan útil.
Sin embargo, es fundamental establecer una lactancia materna efectiva antes de introducir el chupete.
Chupete en recién nacido: ¿sí o no?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) desaconsejan dar chupete a un bebé inmediatamente recién nacido. En su lugar, recomiendan esperar a que el niño tenga al menos 3 semanas o un mes de vida antes de ofrecer el chupete.
Esto garantiza el tiempo suficiente para que bebé y madre desarrollen una rutina de lactancia sólida, sin que se den posibles confusiones de succión. La razón es que, según estos profesionales, usar de forma prematura el chupete puede llegar a interferir con la lactancia debido a la “confusión del pezón”. Esto se da cuando el bebé se acostumbra a la succión fácil del chupete y puede tener dificultades para extraer leche del pecho, que requiere un esfuerzo diferente.
Más allá de esto, hay que considerar los pros y contras del chupete en recién nacido con más de un mes. Entre los beneficios se incluye la reducción del riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), según diversos estudios, además de ser considerado un instrumento que ayuda a calmar al bebé (por algo el primer modelo de chupete se llamó Pacifier).
Sin embargo, entre sus desventajas, además de los problemas de succión, también puede surgir una posible dependencia del chupete para calmarse y problemas dentales derivados de un uso prolongado.
Cuándo introducir el chupete, según la AEP
Además de las instituciones anteriormente mencionadas, la Asociación Española de Pediatría también recomienda que, si optas la lactancia materna exclusiva, esperes a que esta esté establecida. Es decir, no le ofrezcas a tu bebé el chupete antes de que ya sepa agarrarse bien al pecho y esté acostumbrado a mamar. Como hemos señalado, esto sucede, normalmente, alrededor de un mes después del nacimiento.
Una vez que la lactancia materna sea un proceso en el que tanto madre como bebé se sientan cómodos y seguros, el riesgo de confusión del pezón disminuye, por lo que ya se puede ir introduciendo el chupete. No obstante, en caso de que vayas a ofrecer biberón desde el principio, podrías introducir el chupete al mismo tiempo.
Cómo introducir el chupete a un recién nacido
Teniendo claro cuándo poner chupete por primera vez, lo siguiente será saber cómo hacerlo correctamente, es decir, cómo introducir el chupete a un recién nacido.
Lo cierto es que los bebés que están acostumbrados a la lactancia materna, pueden tener dificultades para aceptarlo. Esto se debe principalmente a que perciben la diferencia entre el pezón y la tetina y, además, se dan cuenta de que no obtienen alimento con ello.
- Lo primero es utilizar el chupete adecuado. Esto implica que sea de la talla apropiada según la edad del bebé, así como del material apropiado.
- La segunda consideración más importante es escoger el momento correcto. La primera vez será cuando el bebé esté tranquilo y no tenga hambre.
- En caso de que el bebé rechace el chupete inicialmente, es fundamental no insistir. Ya lo intentarás de nuevo en otro momento.
- Si el rechazo persiste, prueba con un chupete diferente. A veces, los chupetes recomendados no resultan ser los ideales para tu bebé. Quizás el problema sea la talla o puede que lo mejor sea probar con otros modelos.
- Debes observar cómo responde el pequeño al chupete, asegurándote, sobre todo, de que no interfiera con su alimentación y sueño.
- No sujetes nunca el chupete del bebé a ningún objeto. Esto incluye no atarlo a las manos, al cuello o la cuna del recién nacido.
- Recuerda limpiar y esterilizar el chupete regularmente para mantenerlo libre de gérmenes, así como guardarlo en un lugar seguro.
- Además, evita sumergir el chupete en sustancias dulces, ya que esto puede provocar problemas de salud en el pequeño a largo plazo, así como caries dentales si no se cuida la salud bucodental del bebé con cepillado.
Cuándo dar el chupete a un bebé: situaciones habituales
La consideración de la edad es la clave principal para saber cuándo poner el chupete por primera vez. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada niño es único y algunos podrán no quererlo incluso cuando ya se les pueda ofrecer.
Pero más allá de la edad del pequeño, se pueden determinar momentos y situaciones específicas en las cuales este instrumento puede ayudar a su bienestar.
- Para calmarlo. Por ejemplo, cuando el niño esté muy intranquilo, no pueda dormir y ante situaciones que le pueden suponer algo de estrés o incomodidad (viajes, ambientes nuevos, visitas al médico, vacunación, corte de uñas, enfermedad…). En esas circunstancias, el chupete puede proporcionarle una fuente de consuelo. Aun así, ten en cuenta que no debes usarlo como primera opción. Intenta calmar al bebé con otras técnicas primero, como acariciarlo, mecerlo o cantarle.
- Para calmar al niño entre toma y toma. En ocasiones, los bebés necesitan algo para succionar entre las sesiones de alimentación. Un chupete puede ser útil para calmar su necesidad de succión sin interferir con el horario de las tomas. Eso sí, jamás utilices el chupete para retrasar su alimentación.
- Durante los vuelos. Los bebés son incapaces tragar o bostezar intencionadamente con el fin de aliviar el dolor causado por los cambios de presión en el aire. Por eso, succionar el chupete podría ayudarlos.
- Durante el sueño. Algunos estudios sugieren que el uso del chupete durante el sueño puede reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Ofrecer un chupete a la hora de dormir puede proporcionar seguridad adicional tanto para el bebé como para los padres.
- Para bebés que necesitan una succión continua. Algunos pequeños tienen necesidad de succión más intensa que otros. Si el bebé parece necesitar succionar constantemente, un chupete puede ser una buena solución para satisfacer esta necesidad sin interferir con la lactancia.
¿Cada cuánto hay que cambiar el chupete?
Conocer con detalle cuándo se le puede dar chupete a un bebé es importante, pero hay una cuestión fundamental relacionada con este objeto que es esencial cuidar.
El chupete debe ser limpiado cada día con agua, además de ser esterilizado regularmente, especialmente si se ha caído al suelo o ha entrado en contacto con superficies sucias.
No obstante, más allá de un mantenimiento adecuado, los chupetes deben reemplazarse para garantizar la seguridad e higiene del bebé. La recomendación suele ser cambiar el chupete cada 1 – 2 meses, o inmediatamente al detectar signos de desgaste o deterioro como:
- Grietas o roturas en la tetina.
- Cambios de color o textura.
- Otro tipo de desgaste visible en el material.
Dicho esto, te recordamos la importancia de consultar con tu pediatra ante cualquier preocupación o pregunta específica sobre el uso del chupete en tu bebé y tener en cuenta la recomendación de la Asociación Española de Pediatría de no prolongar la utilización de chupete más allá de los dos años.