La osteoporosis es una enfermedad generalizada del sistema esquelético que provoca la debilitación de los huesos, debido a la pérdida de densidad ósea y el deterioro de la microarquitectura del tejido óseo. Esto hace que los huesos se vuelvan mucho más frágiles y propensos a las fracturas. Es un padecimiento que se detecta en decenas de millones de personas cada año, afectando a su calidad de vida. Sin embargo, ¿influye en la longevidad de quien la padece? Hablemos de la esperanza de vida con osteoporosis.
Índice
¿La osteoporosis es cáncer en los huesos?
En la mayoría de ocasiones los síntomas de la osteoporosis pasan desapercibidos en sus etapas más iniciales. Por algo se dice de ella que es una enfermedad silenciosa. No obstante, cuando va avanzado la enfermedad, pueden surgir signos reveladores. Entre ellos:
- Dolor de huesos. El dolor óseo es uno de los síntomas más comunes, siendo especialmente habitual en la cadera y la espalda.
- Postura encorvada. Esta enfermedad puede provocar deformidades en la columna vertebral, lo que da lugar a una postura jorobada o encorvada.
- Pérdida de estatura con el paso del tiempo. La disminución de esa altura es causada por la compresión de las vértebras debido a la pérdida de densidad ósea.
- Mayor propensión a las fracturas. La fragilidad de los huesos que supone la osteoporosis aumenta mucho el riesgo de las fracturas.
Algunos de estos síntomas pueden confundirse con los del cáncer óseo, por lo que es usual que surja la duda de si la osteoporosis es cáncer en los huesos. La respuesta es que no, la osteoporosis no es un tipo de cáncer de huesos. La diferencia es que el cáncer óseo supone un crecimiento anormal de las células en los huesos y la osteoporosis implica una pérdida de densidad ósea y la fragilidad consecuente.
Por lo tanto, aunque ambas afecciones dañan el esqueleto, sus causas, desarrollo y tratamiento son muy diferentes.
Factores de riesgo de la osteoporosis
El 22,5% de las mujeres y el 6,8% de los hombres que superan los 50 años sufren osteoporosis en España.
De esto se puede extraer que el sexo femenino y la edad avanzada son dos de los factores que más pueden influir en el riesgo de desarrollar osteoporosis. No obstante, no son los únicos aspectos, también influyen:
- Los antecedentes familiares con una predisposición genética a una densidad ósea baja.
- Tener un índice de masa corporal bajo, ya que puede estar asociado a menor densidad ósea.
- La menopausia temprana natural o por extirpación quirúrgica de los ovarios.
- Falta de actividad física.
- Un consumo bajo de calcio y vitamina D.
- Ciertos medicamentos, como los anticonvulsivos y los glucocorticoides.
- El consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo.
- La etnia (personas de ascendencia asiática o caucásica tienen un riesgo ligeramente mayor en comparación con otras etnias).
- Ciertas condiciones médicas como la enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa), trastornos hormonales o artritis reumatoide.
Sin embargo, a pesar de que todo lo mencionado podría ser un factor de riesgo, es importante evaluar estos aspectos con un profesional para conocer la probabilidad real e individual de desarrollar osteoporosis.
Osteoporosis: grados
La osteoporosis puede ser medida a través de una prueba radiológica. Esta sirve para determinar el grado de la densidad de masa ósea que tiene una persona. Con esta prueba se puede hacer una comparación con la densidad ósea de una persona estándar, proporcionando una puntuación relacionada con ciertas categorías establecidas por la OMS en 1994.
- Nivel de masa ósea normal: rango +1 a -1. Este es el rango estándar y sano para un adulto joven.
- Densidad ósea baja: rango -1 a -2,5. Se conoce como osteopenia. En este caso, la densidad ósea es menor a la densidad máxima habitual, pero no lo suficientemente baja como para considerarla osteoporosis. Por lo tanto, la osteopenia se considera una etapa previa a la osteoporosis.
- Osteoporosis: -2,5 o menos. Cuando la densidad ósea está por debajo a -2,5 ya se considera osteoporosis.
- Osteoporosis grave o establecida. Se da cuando al criterio de la osteoporosis se le suma la presencia de fracturas, como la rotura de cadera, fractura de muñeca o de columna vertebral.
Gracias a la información obtenida en las pruebas de densidad ósea se puede establecer una base sólida para determinar el riesgo de fracturas y sugerir las opciones de tratamiento más adecuado. Una intervención temprana, incluso en las etapas de osteopenia, puede suponer una gran diferencia en lo que respecta a la progresión de la enfermedad y la calidad y esperanza de vida de la persona con osteoporosis.
Esperanza de vida con osteoporosis
La esperanza de vida con osteoporosis puede variar según la persona, ya que influyen diversos condicionantes. Entre ellos destacan:
- El grado de la enfermedad.
- La presencia de otras condiciones de salud.
- La efectividad del tratamiento.
- El estilo de vida de la persona con osteoporosis.
Sin embargo, lo más importante es tener claro que la osteoporosis en sí no acorta la esperanza de vida, pero aquellas complicaciones asociadas, como pueden ser las fracturas graves, sí pueden influir en la calidad de vida y la longevidad.
Es el caso de la rotura de cadera. La esperanza de vida después de una rotura de cadera puede verse disminuida no por la fractura como tal, sino por las dificultades que pueden surgir tras la cirugía. Dado que la rotura de cadera es común entre las personas con osteoporosis, indirectamente esto sí puede afectar a la longevidad de quien la padece.
Como hemos mencionado, la osteoporosis es muy frecuente en personas mayores de 50, especialmente en mujeres. Curiosamente, según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, los casos de esta enfermedad se dispararán un 29,6% en los próximos 11 años debido, principalmente, a un aumento de la esperanza de vida en la población.
Osteoporosis y esperanza de vida: claves principales
Algunos de los puntos clave que se deben tener en cuenta en relación con la osteoporosis y la esperanza de vida son:
- Llevar un estilo de vida saludable. Este debe incluir una dieta equilibrada, ejercicio regular, evitar el tabaco y el alcohol. Todo ello contribuye a mejorar la salud de los huesos y del cuerpo en general.
- Prevención de las fracturas, como las de cadera y columna, que son dos de las complicaciones más habituales de la osteoporosis.
- La detección temprana, así como implementar un tratamiento efectivo, son otras de las medidas que influyen en la esperanza de vida con osteoporosis.
En definitiva, es importante gestionar de forma proactiva la enfermedad y la salud integral de paciente para que la osteoporosis afecte lo menos posible a la calidad de vida de quien la padece.
Baremo minusvalía osteoporosis
Con la entrada en vigor del Real Decreto 888/2022, de 18 de octubre, por el que se establece el procedimiento para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de discapacidad, cambiaron los grados de discapacidad que había establecidos. Estos pasaron a estar determinados en 5 grados diferentes.
Grado 0
El grado 0 determina que no existe discapacidad mientras se valore entre el 0% y el 4%. La persona con este grado no presenta dificultades para desenvolverse en las actividades de su vida diaria.
Grado 1
Es el grado leve (del 5% al 24%). La persona es independiente en la práctica totalidad de las actividades del día a día.
Grado 2
Discapacidad moderada (del 25% al 49%). En este caso, la persona presenta cierta dificultad en las actividades diarias, aunque conserva independencia en los autocuidados.
Grado 3
Grave (del 50% al 95%). La persona presenta una dificultad elevada para la consecución de sus actividades diarias, incluyendo los autocuidados.
Grado 4
Discapacidad total o completa (del 96% al 100%). La persona presenta dificultad absoluta para la realizar actividades diarias, incluyendo el autocuidado.
Comprender el baremo de minusvalía asociado a la osteoporosis es fundamental, pues dependiendo de la gravedad de la afección y como esta influye en el día a día, se asignan unos porcentajes de minusvalía. Esto es importante ya que dichos porcentajes influyen en los beneficios y las ayudas a las que puede acceder la persona afectada.
Para ello hay que conocer el grado de osteoporosis. En los casos de osteoporosis grave, lo normal es que se asigne el grado de incapacidad permanente total o absoluta. En casos más moderados (grado 2), puede darse una incapacidad permanente parcial.
No obstante, la valoración exacta en cada situación la debe efectuar el personal sanitario, realizando las pruebas pertinentes.
La osteoporosis, al poner de relieve la fragilidad ósea y hacerlo casi sin previo aviso, nos hacer ver con mayor claridad la necesidad de considerar no solo nuestra salud presente, sino la de nuestro yo del futuro. Ahí es donde entra en juego cuidar las necesidades de quienes más queremos, especialmente las necesidades financieras. En ese aspecto, a largo plazo, un seguro de vida puede tener un papel fundamental en el cuidado de nosotros mismos y de nuestros seres queridos.
¿La osteoporosis tiene cura?
Por desgracia, la osteoporosis no tiene una cura definitiva. No obstante, sí hay estrategias y tratamientos efectivos para gestionar la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los afectados. Por ejemplo:
- Realizar ejercicio con regularidad.
- Una dieta rica en calcio y vitamina D.
- Terapias farmacológicas que ralenticen la pérdida de masa ósea y disminuyan el riesgo de fracturas.
- Tratamientos hormonales en el caso de mujeres posmenopáusicas, ya que son uno de los grupos poblacionales más propensos a padecer osteoporosis.
Como hemos visto, la osteoporosis no solo afecta a los huesos, sino que puede impactar en la calidad de vida de la persona que la sufre. Sin embargo, aun con osteoporosis, la esperanza de vida puede mejorar mucho si se detecta pronto y se lleva a cabo un tratamiento integral de paciente.