La apendicitis supone una condición médica que afecta, principalmente, a personas adultas. No obstante, también puede darse en muchos niños y adolescentes. Por esa razón, es esencial que madres y padres estén informados sobre los signos de apendicitis en niños, para saber identificarlos y actuar a tiempo con el fin de evitar complicaciones.
Índice
¿Qué es la apendicitis en niños?
La apendicitis en niños, al igual que en adultos, consiste en la inflamación del apéndice, una estructura pequeña en forma de tubo que está unida al intestino grueso.
Cuando se produce una obstrucción del apéndice, este puede inflamarse debido a una infección y desencadenar una serie de síntomas muy molestos y dolorosos. En el momento en que eso sucede, se convierte en una urgencia médica.
En los niños esta condición puede resultar especialmente peligrosa, puesto que los más pequeños pueden llegar a tener dificultades para expresar cómo se sienten y retrasar el diagnóstico.
Apendicitis en niños: causas
La obstrucción del apéndice puede hacer que en su interior crezcan muchísimas bacterias y que eso cause una infección.
Por lo tanto, lo que hay que entender para conocer las causas de apendicitis en niños, es por qué se puede llegar a producir esa obstrucción. Entre los motivos más comunes, se encuentran:
- Acumulación de materia fecal dura (fecalitos o fecalomas). Esto complica el flujo normal de las secreciones y las bacterias.
- Enfermedades inflamatorias. Ciertas enfermedades inflamatorias intestinales, como puede ser la enfermedad de Crohn, pueden incrementar el riesgo de desarrollar apendicitis en niños.
- Ganglios linfáticos intestinales inflamados. Estos ejercerán presión sobre el órgano, que puede llevar a su obstrucción e inflamación posterior.
- Infecciones bacterianas del tracto intestinal. Si las bacterias se propagan hacia el apéndice inflamado, puede complicar la inflamación e incrementar la presión dentro del órgano.
- Presencia de un cuerpo extraño. En ocasiones, un cuerpo extraño, como pudiera ser una hebra ingerida, podría provocar una reacción inflamatoria en el apéndice.
Síntomas de apendicitis en niños
Es importante resaltar que la apendicitis en niños es poco frecuente en menores de dos años, aumentando su incidencia con la edad. La apendicitis en niños de 3 a 5 años puede ser común, pero es más corriente que se dé entre los 6 y los 12 años de edad.
Entre los síntomas más habituales se encuentran:
Dolor abdominal
El primer síntoma que suele aparecer es el dolor. Este empieza en la mitad del abdomen, alrededor del ombligo del niño. Luego, esa molestia se dirige hacia el cuadrante inferior derecho abdominal.
No obstante, el dolor por apendicitis en niños que están recibiendo lactancia materna y otros niños muy pequeños, puede ser más difuso y no estar localizado en ese cuadrante.
Además, ante la palpación del abdomen, por la zona del apéndice, el dolor aumenta. También incrementa la molestia si el menor se mueve, tose, estornuda o respira profundamente.
Agitación
Debido al dolor que causa la apendicitis en los niños, estos pueden mostrarse muy agitados e irritables.
Es algo muy habitual, sobre todo, en los menores que no son capaces de señalar con precisión su dolor y se va retrasando su tratamiento.
Náuseas y vómitos
Una vez se ha presentado el dolor, muchos niños comienzan a tener náuseas y/o vómitos. Además, pierden el apetito.
Fiebre
En la apendicitis en niños, otro de los síntomas frecuentes será la fiebre.
Esta suele presentarse con carácter leve, entre 37,7º C y 38,3º C.
Infección comprobada
Cuando se realicen las pruebas de laboratorio pertinentes (análisis de sangre y de orina), estas mostrarán una infección. Dicha infección puede reflejarse en un recuento elevado de glóbulos blancos (leucocitos).
Apendicitis en niños sin fiebre
El diagnóstico de apendicitis en niños puede ser difícil por diversas razones.
Una de ellas es que hay otros trastornos que cursan signos similares, como la ya mencionada enfermedad de Crohn, algunas intolerancias alimentarias o la gastroenteritis vírica.
Además, otro de los motivos es que con frecuencia los niños, especialmente aquellos más pequeños, no presentan los síntomas característicos, como la fiebre, o los hallazgos comunes de la exploración clínica. Esto sucede, sobre todo, cuando el apéndice no se encuentra en su posición habitual, es decir, en la parte inferior derecha del abdomen.
Por lo tanto, sí, la apendicitis en niños sin fiebre se puede dar, lo que puede provocar una situación muy engañosa y que obliga a la realización de otras pruebas para confirmar el diagnóstico.
Apendicitis en niños: tiempo de evolución
En aquellos niños que tienen más de 2-3 años, el orden en el que se dan los síntomas es mucho más importante que cualquier signo en sí mismo. Además de esto, el tiempo de evolución de los síntomas es crucial, ya que un diagnóstico y tratamiento temprano ayudarán a evitar complicaciones graves.
Una apendicitis no tratada puede causar la ruptura del apéndice, lo que a su vez llevará a una infección severa, así como la propagación de las bacterias por la cavidad abdominal. Esto es lo que se conoce como peritonitis, una emergencia médica muy grave y potencialmente mortal.
La apendicitis en niños presenta un tiempo de evolución variable en función de varios factores. Uno de ello es la edad del menor, así como la gravedad de la inflamación y la prontitud con la que se busque ayuda médica. No obstante, el empeoramiento puede desarrollarse en cuestión de horas.
Además, si la apendicitis infectada no se extrae, tiene el potencial de reventar al cabo de unas 48-72 horas tras la aparición de los primeros síntomas.
Signos de apendicitis en niños por fases
Se puede hablar de tres fases de la apendicitis:
- Fase inicial: en esta fase se presenta el dolor, que es agudo, continuo y progresa en horas. En esta etapa, no suele haber más síntomas, por lo que es fácil confundirla con otros problemas digestivos.
- Fase progresiva: el dolor se intensifica, sobre todo cuando hay movimientos y aparecen otros síntomas como los vómitos, las náuseas y la fiebre. Suelen aparecer tras varias horas de evolución del dolor.
- Fase avanzada: cuando la inflamación continúa sin tratarse, aparece el riesgo de ruptura del apéndice (peritonitis). Además de que el dolor ya se vuelve insoportable, el menor puede mostrar otros síntomas de deterioro, como una fiebre excesivamente alta, debilidad generalizada, incluso, taquicardia. La probabilidad de que el apéndice se rompa depende de la edad del pequeño. Aproximadamente suceden en el 65% de los niños menores de 5 años, pero ese porcentaje puede ser del 90% en los menores de 2 años.
Uno de los principales problemas en la edad infantil es que si el menor está tomando ciertos medicamentos por otros procesos, como antibióticos, todos estos síntomas pueden verse atenuados y despistar tanto a padres como a profesionales. El peligro es que la apendicitis continúa estando de fondo y sigue progresando.
Cómo detectar apendicitis en niños
Los signos de apendicitis en niños deben servir como alerta para poder detectar la afección. No obstante, para un diagnóstico certero, el profesional tendrá que realizar una serie de pruebas, pudiendo así descartar otros trastornos.
Si los análisis de sangre y de orina no dan resultados claros, las pruebas a realizar son:
- Ecografía.
- Una tomografía computarizada o resonancia magnética nuclear si el diagnóstico sigue sin estar claro.
- Para una confirmación total, el médico puede proceder a ejecutar una laparoscopia. Con este procedimiento se pasa un dispositivo de visualización pequeño a través de la pared del abdomen con el fin de ver su interior.
Tratamiento de apendicitis en niños
La mejor manera de tratar la apendicitis en menores es extirpar quirúrgicamente el apéndice inflamado. Es lo que se conoce como apendicectomía.
Antes de la realización de esta cirugía, los médicos pueden administrar antibióticos por vena para tratar la infección del apéndice y disminuir el riesgo de complicaciones.
La apendicectomía consiste en una cirugía muy simple y segura. En los niños que no presentan rotura de apéndice ni otras complicaciones, tan solo tendrán que permanecer en el hospital de 2 a 3 días tras someterse a ella.
En el caso de que el apéndice se haya perforado, la permanencia en el hospital se alargará, ya que tras la extracción, se lava el abdomen y se administran antibióticos durante varios días. Además, hay que estar muy pendientes de posibles complicaciones, como una infección.
Como buena noticia, si se establece un pronto tratamiento, la apendicitis en niños presenta un pronóstico muy bueno. Tan solo un 0,1% de los menores mueren por esta afección y solo el 3% presenta complicaciones.
No sucede lo mismo en los casos en los que el menor no recibe tratamiento hasta que el apéndice se rompe. En esos casos, entre el 10-15% de los niños sufren complicaciones.
Cabe recordar que la apendicitis no solo no desaparece por sí sola, sino que si no es tratada puede progresar, provocar peritonitis, absceso abdominal y, en ocasiones, la muerte.