Las congestiones nasales y los resfriados son situaciones habituales en los bebés, pero es normal que como madres y padres surjan preocupaciones. Por ejemplo, a menudo nos preguntamos cómo debe dormir un bebé con mocos para asegurarnos de que descanse bien durante toda a la noche. A continuación, te indicaremos por qué es importante encontrar la mejor postura para dormir a un bebé con mocos y algunos consejos útiles.
Índice
¿Se puede ahogar un bebé por mocos?
La mucosidad es un mecanismo de defensa de nuestro organismo. Cuando un virus entra por nuestra nariz, las mucosas que recubren las fosas nasales empiezan a producir mocos para poder expulsar a ese microorganismo. Así es como se evita que el virus entre en los pulmones.
Una de las preocupaciones frecuentes entre los progenitores cuando su bebé tiene mocos es si esto supone un riesgo de asfixia. Es decir, ¿se puede ahogar un bebé por mocos?
Sería muy complicado que un bebé se ahogase por mocos, pero aun así puede ser peligroso. Los mocos pueden provocarle dificultades para respirar, además de tos. Por ello, es esencial ayudarle a expulsarlos.
Mejor postura para dormir un bebé con mocos
Si te preguntas cómo debe dormir un bebé con mocos, debes saber que la elección de la postura es esencial para poder garantizar que el pequeño respire con facilidad durante la noche. Dicho esto, la mejor postura para dormir a un bebé que tiene mocos es boca arriba. Pero veamos los detalles.
- Posición decúbito supino. La postura más segura para que los bebés duerman es boca arriba. Esta no solo facilitará la respiración cuando tu hijo tenga mocos, sino que es la apropiada para reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante.
- Cabeza elevada. Además de estar boca arriba, si elevas ligeramente la cabeza de la cuna de tu bebé, podrías ayudar a reducir su congestión nasal y facilitarle la respiración.
Adicional a lo comentado, es muy importante que vigiles a tu hijo de forma constante para asegurarte de que esté seguro y cómodo.
Mi bebé tiene muchos mocos y no puede dormir: ¿qué hago?
Los mocos, la tos y la fiebre en los niños son padecimientos que hacen que les cueste más dormir. Esto provoca despertares nocturnos y disminución de la calidad de su sueño. Por ello, si tu bebé no puede dormir por mocos, hay varios tips que puedes tener en consideración.
Lavados nasales para bebés con mocos
Puedes hacer lavados nasales con suero fisiológico, como mínimo dos veces al día (mañana y noche) para sacarle los mocos al bebé. En niños algo más mayores, esos lavados pueden hacerse con ayuda de una lota nasal.
Un lavado nasal correcto se realiza de la siguiente manera:
- Llena una jeringuilla con unos 3-5 ml de suero.
- Sienta al bebé sobre ti y sujétalo con firmeza para que su espalda esté en contacto con tu pecho.
- Cubre al pequeño con una toalla para que no se empape al salir el suero.
- Introduce el suero por una fosa nasal, de manera decidida, pero sin hacer presión.
- Repite el proceso por la otra fosa.
- Lo habitual es que si el bebé tiene muchos mocos, cuando se hace el lavado, el suero que entra por una fosa nasal sale por la otra, arrastrando los mocos a su paso.
Es importante que los lavados nasales se realicen antes de comer para que la vía quede más liberada y el pequeño pueda respirar y comer mucho mejor.
Usar un humidificador para el ambiente
Un ambiente húmedo puede ayudar a que la mucosidad afloje y la respiración se facilite. Puedes emplear un humidificador en la habitación del bebé. En caso de tener calefacción, se puede poner colocar un cuenco de agua cerca del radiador para evitar que el ambiente se seque demasiado.
Elevación de la cabeza de la cuna
Como se mencionaba anteriormente, cuando un bebé no puede dormir por mocos, uno de los trucos es mantener su cabecita elevada ligeramente. Para ello, si la cuna no cuenta con elevación de colchón automática, se puede colocar una pequeña almohada o mantita enrollada debajo del colchón de la cuna del bebé para ayudarle a respirar.
Aspirador nasal
Cuando las mucosidades sean muy abundantes o espesas, se pueden extraer con una pera o un aspirador nasal. Esta puede ser una forma efectiva de eliminar los mocos y proporcionar alivio a tu bebé. Sin embargo, no se debe abusar de este instrumento para no irritar las mucosas del niño.
Soluciones salinas
Unas gotas de solución salina pueden ayudar a disolver la mucosidad y facilitar que salga. Sin embargo, es importante consultar con tu pediatra antes de usar cualquier producto.
Hidratación
Cuanta más agua ingiera el bebé, más líquidos serán sus mocos y, por tanto, más fáciles de movilizar y expulsar. En los bebés lactantes, es habitual que ellos mismos se autorregulen aumentando las tomas. Sin embargo, en niños más mayores, debes hacer hincapié en que se hidraten.
Colecho
Si aun aplicando lo mencionado tu bebé no puede dormir por mocos y te preocupa, puedes probar el colecho si no lo estabas practicando ya.
Científicamente, se ha demostrado que el colecho hace que los niños duerman de manera más profunda. Estando enfermos, sentirte cerca le proporcionará, al menos, una mayor calma para descansar mejor.
Cómo acostar a un bebé con flemas
Nuestro sistema respiratorio produce mucosidad por toda nuestra mucosa. Por esta razón, antes de explicar cómo acostar a un bebé con flemas, es importante tener claro de qué se habla cuando se mencionan las flemas, pues a veces nos podemos estar refiriendo simplemente a mocos. Para ello, hay que tener claro dónde se está generando la flema:
- Los mocos, en general, se generan principalmente en la nariz.
- También hay mocos en la garganta.
- O mocos en los bronquios (bronquitis aguda).
Cuando se tenga claro en qué zona se está generando la flema, hay que ver si esta es un estorbo muy grande o no molestan. Los mocos son un mecanismo natural y, por tanto, si no producen problemas, para dormir o comer, se debe dejar que se evacuen de forma natural.
Sin embargo, si las flemas producen tos en exceso o no dejan dormir, sí hay que eliminarlas. Para ello también son útiles los lavados nasales, así como la humidificación del ambiente y la hidratación del bebé.
Dicho esto, respecto a cómo acostar a un bebé con flemas, siempre que se haga con vigilancia, es útil colocar al bebé ligeramente de costado para facilitar la eliminación de las mismas. Además de esto, realizar masajes suaves en el pecho y la espalda del bebé puede ser de mucha utilidad para aflojarlas y facilitar la respiración.
No obstante, mientras el bebé no sepa voltearse solo, la postura más segura para dormir a un bebé siempre será boca arriba. Recuerda que antes de probar cualquier técnica o remedio, sobre todo cuando se trate de problemas respiratorios en los bebés, siempre es adecuado consultar con el pediatra.
Mi hijo tiene mucha tos y no puede dormir
La tos en los niños puede ser causada por diversas razones:
- Infecciones respiratorias, como la gripe en niños, los resfriados, la bronquitis y la neumonía.
- Alergias.
- Reflujo Gastroesofágico (RGE).
- Asma.
- Inhalación accidental de cuerpos extraños.
- Infecciones de oído.
- Irritantes ambientales.
- Infecciones bacterianas.
Eliminar completamente la tos nocturna en los niños no será posible hasta que no se recuperen del causante. No obstante, si mi hijo tiene mucha tos y no puede dormir, estos consejos pueden ayudar.
- Humidifica la habitación de tu hijo para que alivie su irritación de garganta.
- Antes de dormir, cuando tu hijo se esté bañando, puedes crear un ambiente de vapor en el baño, dejando correr el agua caliente de la ducha unos minutos.
- En niños que no son bebés, eleva su cabeza con una almohada o dos, para facilitar la respiración. Además, suele pasar que los niños tosan más por la noche por estar tumbados. En esos casos, colocarlos semiincorporados puede ser de mucha utilidad.
- A los niños mayores de 1 año puedes darle una cucharadita de miel antes de dormir, ya que tiene propiedades calmantes para la garganta que reducirán la tos.
- Asegúrate de que la habitación de tu hijo esté libre de irritantes y alérgenos que puedan empeorar la tos, como el humo de cigarros, el polvo o el pelo de las mascotas.
- A los niños más mayores puedes ofrecerle líquidos calientes (asegurándote de que no quemen), como infusiones para el resfriado, tés o caldos.
- De la misma manera, en niños ya con cierta edad (no bebés), dormir de costado puede ayudarles a respirar con más facilidad cuando tienen tos.
- Vigila a tu hijo durante la noche para comprobar que esté cómodo y para que puedas mediar en caso de que la tos se vuelva mucho más intensa en algún momento.
Dicho esto, cabe recordar que tanto cuando el bebé tiene muchos mocos o si un bebé tose al dormir, lo ideal es que recibas orientación profesional. Para ello, no dudes en consultar con un pediatra para que pueda recomendarte un tratamiento específico.
Por supuesto, no administres medicamentos de venta libre sin consultar con el profesional. Incluso los ungüentos para facilitar la respiración con mocos o tos pueden no ser adecuados para todos los niños.