La llegada de un bebé al mundo supone un sinfín de aprendizajes nuevos para su entorno más cercano. Una de las primeras habilidades que los nuevos padres y madres necesitan dominar es la forma correcta de coger a su bebé. Aunque esto pueda parecer simple, es crucial hacerlo de manera adecuada para garantizar la seguridad y comodidad del pequeño. A continuación, veremos cómo coger a un recién nacido de forma adecuada y explicaremos los movimientos que debes evitar.
Cómo coger a un bebé
Coger a un bebé en brazos puede parecer una tarea simple, pero requiere precaución y delicadeza para garantizar que esté cómodo y, sobre todo, seguro.
La clave para tener a un bebé en brazos es hacerlo con especial cuidado y delicadeza, pero transmitiendo seguridad. Toda persona que vaya a sujetar al recién nacido debe saber que, al no tener control sobre su cabeza durante sus primeras semanas de vida, es esencial sostenérsela en todo momento con la mano.
Teniendo en cuenta esto, estas son las pautas para saber cómo coger a un recién nacido correctamente:
- Apoya su cabeza y el cuello. Los recién nacidos no pueden sostener sus cabezas por sí mismos, ya que los músculos de su cuello no están aún bien tonificados, así que asegúrate de darle un buen apoyo a esta zona con tu mano mientras lo sostienes. Para ello, colócala en la parte posterior de su cabeza y su cuello, manteniéndolos alineados con el resto de su cuerpo.
- Sostén su espalda y culete. La mano que no sujeta la cabeza debe usarse para sostener su espalda y culete. Colócala debajo de estas zonas de su cuerpo, brindando un soporte suave, pero firme. Tienes que asegurarte de que su espalda esté recta y su culete esté bien apoyado.
- Mantenlo cerca de tu cuerpo. Al sostener al bebé en brazos ponlo cerca de tu pecho Esto le dará sensación de seguridad y protección. Puedes sostenerlo contra tu pecho o colocarlo en tu regazo, según lo que te resulte más cómodo (porque, por supuesto, tu comodidad también es importante).
- Usa siempre ambas manos. Si necesitas mover al bebé de un lugar a otro, asegúrate de usar ambas manos para mantenerlo de manera segura. Nunca lo sujetes con una sola mano o lo lleves de manera descuidada.
- Buena higiene y temperatura de manos. Por último, a la hora de coger a un bebé en brazos, asegúrate de tener las manos limpias y bien calentitas. Si las tienes muy frías, podría protestar.
Otros consejos para mantener a un bebé en brazos
Además de lo mencionado sobre cómo coger a un recién nacido en brazos correctamente, debes tener en cuenta que es esencial evitar los movimientos bruscos. No sacudas al bebé ni realices otros movimientos exagerados mientras estés sosteniéndolo. Los movimientos con un bebé en brazos siempre deben ser suaves y controlados, con el fin de evitarles incomodidad o lesiones.
Por otro lado, debes observar siempre las señales que dé el bebé mientras está en brazos de cualquier persona. En caso de mostrar signos de malestar o incomodidad, habrá que ajustarlo suavemente para que se sienta plenamente cómodo.
Por último, es fundamental aprender varias posiciones para coger a un bebé en brazos, para poder adaptarse a las diferentes circunstancias, necesidades y preferencias.
Posturas del bebé
Hay varias posturas apropiadas para sujetar a un bebé recién nacido en brazos. Es ideal que vayas probando cada una según vaya surgiendo la necesidad de cambiar. De esta forma, el propio bebé te irá mostrando, con sus reacciones, cuáles son sus posturas favoritas y cuáles no le gustan. ¡Toma nota de algunas de las posturas del bebé más seguras!
Posición de cuna
Es una de las posturas más clásicas a la hora de coger en brazos al bebé. La cabeza del pequeño reposa sobre la parte interna de tu codo, mientras que su espada está apoyada en tu antebrazo y le sujetas el culete con la mano. De hecho, puedes unirlas las dos, como si acunaras al bebé.
Es una postura con la que ganas seguridad, a la vez que repartes el peso del bebé entre ambos brazos. Además, gracias a estar ubicado en esta posición, habrá mayor contacto visual entre ambos, algo muy beneficioso para él, puesto que los bebés empiezan a ver con claridad pasadas unas semanas de vida.
Bebé boca abajo en brazos
Otra postura es la del bebé boca abajo, en brazos, con la cabeza apoyada en la parte interna de tu codo, mirando hacia fuera. El abdomen del pequeño quedará apoyado en tu antebrazo y tu mano irá entre sus dos piernas.
Es una postura ideal para calmar los cólicos del lactante y expulsar los gases, ya que con ella se ejerce una pequeña presión sobre la tripa. Si, además, vas paseándolo, podrás relajarlo y posiblemente se duerma.
Bebé tumbado sobre tus rodillas
Para esta postura del bebé debes apoyar su cabeza sobre tus rodillas, de manera que el resto de su cuerpo quede extendido sobre tus piernas.
Colocándolo en esta posición te resultará muy fácil jugar con él y darle mimos gracias a que podréis mantener el contacto visual cercano, aunque es ideal para bebés que ya tengan un par de semanas de vida.
Postura vertical
Es una de las posturas más reconfortantes para los bebés, además de ser la elegida para que estos eructen después de cada toma. También suele convertirse en la postura favorita de los pequeños a medida que van creciendo.
Para coger a un recién nacido en esta posición, lo pegarás a tu regazo con su cabeza a la altura de tu hombro. Crearás una especie de asiento con tu brazo, de tal manera que quede apoyado sobre el antebrazo y la mano. Pasando el otro brazo sobre su espalda, sujetarás la cabeza del niño con la mano.
Además, si lo apoyas sobre el pecho en lugar de sobre el hombro, los latidos de tu corazón lo ayudarán a mantenerse relajado.
Bebé sentado
Cuando los bebés son algo más mayores, puedes sentarlo, apoyando su espalda contra tu vientre y apoyas su culete sobre tu mano. Usa la otra mano para sujetarlo desde la barriga, para impedir que se vaya hacia delante.
Postura de amamantamiento
Si estás en periodo de lactancia materna, asegúrate de que el bebé esté bien posicionado, con su boca y nariz frente al pezón para amamantarlo. Apoya su cabeza con una mano y su espalda con el otro brazo, manteniendo su cuerpo cerca del tuyo.
Postura de baño
Además de las posturas del bebé comunes para cogerlo en brazos, es muy importante saber cómo sujetar al bebé en brazos a la hora de bañarlo, ya que los recién nacidos pueden ponerse muy inquietos en ese momento.
Por ello, es clave mantenerlo con firmeza para transmitirle calma y aportar seguridad a la hora del baño. Sujétalo por debajo de la axila, de manera que el espacio que quede entre el codo y tu brazo, sirva de apoyo. Con esa misma mano le podrás sostener la cabeza y el cuello, mientras que con la otra podrás limpiarlo con tu propia mano o una esponja para bebés.
En definitiva, en lo que a posturas del bebé se refieren, debes tener muy presente que cada recién nacido es único, así que es posible que tengas que ajustar tu técnica para sostenerlo según las necesidades y preferencias del propio pequeño. Y, por supuesto, no te olvides de confiar y seguir tu instinto. Más allá de seguir instrucciones precisas, confía en ti.
Movimientos que no se deben hacer a un bebé
Teniendo claro cómo coger a un bebé recién nacido en brazos y las posturas más habituales para sostenerlo, es igual de relevante tener presentes aquellos movimientos que no se deben hacer a un bebé:
- Sacudir al bebé. Jamás debes sacudir a un bebé. El sacudido puede causar graves lesiones en el cerebro, que pueden llegar a ocasionar el síndrome del bebé sacudido, cuyas consecuencias pueden ser una discapacidad permanente o, incluso, provocar la muerte.
- Balancear en el aire. Otro de los movimientos que no se deben hacer a un bebé es balancearlo en el aire o jugar a lanzarlo y atraparlo. Esto puede llegar a ser muy peligroso, suponiendo riesgo de caídas y/o lesiones.
- Levantar al niño bruscamente. Hay que evitar levantar a los bebés de forma brusca o repentina, sobre todo de las extremidades. Esto puede poner en tensión las articulaciones del pequeño y causar lesiones. Siempre debes levantarlo suavemente, con apoyo en su cabeza y su espalda.
- Dar golpes en la cabeza o la espada. Otro de los movimientos que no se deben hacer a un bebé es golpear su cabeza o su espalda, incluso aunque se intente hacer de manera suave. Esto puede resultar muy incómodo para el pequeño y causarle problemas si nos excedemos en la fuerza.
- Forzar o estirar las extremidades. Nunca estires ni fuerces los miembros del bebé, pues además de que puede resultarle doloroso, podría provocarle daños. Manipula al bebé con sumo cuidado.
Por supuesto, aunque no sea un movimiento como tal, jamás debes dejar al bebé desatendido en superficies elevadas (cama, sofá, cambiador…). Los bebés pueden rodar o caerse fácilmente, causando graves consecuencias. Si necesitas alejarte, asegúrate de llevar al bebé en brazos contigo o de colocarlo en un lugar seguro, como sobre el colchón de la cuna o un moisés.
Coger a un recién nacido de manera correcta es fundamental para su bienestar y seguridad. Teniendo en cuenta las mejores posturas para sujetarlo, aquellos movimientos que debes evitar y, sobre todo, con mucho cariño, conseguirás proporcionar una sujeción perfecta para tu bebé, creada con tus propios brazos.