Según la OMS, el consumo de alcohol es un hábito causal en más de 200 enfermedades, trastornos y traumatismos. Además, esta sustancia consumida de forma nociva produce tres millones de muertes anuales en el mundo.
Al igual que el tabaco, el alcohol se considera una droga, concretamente una depresora del Sistema Nervioso Central, y las personas adictas a esta sustancia se denominan alcohólicas. Ahora bien, cuando un individuo que consume grandes cantidades de alcohol de forma recurrente deja de beber de repente, su cuerpo padece una serie de síntomas, lo que conocemos como síndrome de abstinencia en alcohol.
Así pues, si quieres saber en qué consiste la abstinencia alcohólica, cuánto dura y cómo aliviarla, te invitamos a que nos sigas leyendo.
Índice
Qué es el síndrome de abstinencia alcohólica
El síndrome de abstinencia de alcohol engloba una serie de síntomas a nivel físico y psicológico que aparecen cuando una persona, que ha estado consumiendo alcohol de forma excesiva y prolongada, deja de beber o reduce drásticamente el consumo de bebidas alcohólicas.
Entonces, ¿qué pasa cuando una persona deja de tomar alcohol de repente? Como hemos mencionado, el alcohol es una sustancia que afecta al Sistema Nervioso Central y al cerebro. Si esta es consumida de forma regular y en grandes cantidades,el cuerpo se adapta a su presencia. De ahí que una persona alcohólica necesite beber más y más para notar sus efectos.
Cuando este consumo habitual se reduce considerablemente o se detiene repentinamente, el cuerpo debe reajustarse para funcionar sin alcohol. Y es en este proceso cuando aparecen los síntomas propios del síndrome de abstinencia alcohólica. Veámoslo en el siguiente apartado.
Síntomas del síndrome de abstinencia del alcohol
Debes saber que los síntomas del síndrome de abstinencia del alcohol pueden ir de leves a graves y que pueden aparecer desde las pocas horas de la última bebida o tardar unos días, pudiendo continuar durante semanas. Todo dependerá de la recurrencia y las cantidades que la persona haya estado consumiendo.
Síntomas leves del síndrome de abstinencia alcohólica
Cuando hablamos de síntomas leves, nos referimos a aquellos que aparecen a las pocas horas o días, pudiendo identificar:
- Temblor en las manos
- Taquicardia
- Sudoración
- Irritabilidad
- Fatiga
- Náuseas o vómitos
- Agitación psicomotora
- Ansiedad
- Insomnio
Síntomas graves del síndrome de abstinencia de alcohol
Hay personas que padecen síntomas clasificados como graves durante el síndrome de abstinencia por alcohol. Estos son:
- Convulsiones.
- Hiperactividad del sistema nervioso autónomo.
- Alucinosis alcohólica: pueden ser visuales o auditivas y la persona vive las ilusiones y alucinaciones como algo real. Son el estadio previo al delirium tremens.
- Delirium tremens: es la forma más grave de abstinencia alcohólica. La persona presenta un estado de delirio, alucinaciones, confusión y desorientación. También puede haber un aumento de la frecuencia cardíaca, fiebre y temblor generalizado, aumentando el riesgo de muerte.
Fases de la abstinencia de alcohol
Seguramente te estés preguntando cuánto dura el síndrome de abstinencia al alcohol. Pues bien, al igual que en la gravedad de los síntomas, la duración de la abstinencia alcohólica dependerá de diferentes factores, como es la gravedad de la adicción, la cantidad de alcohol consumido durante todo el tiempo o el estado de salud que presente el individuo.
Aún así, se ha llegado a la conclusión de que la gran mayoría de personas alcohólicas pasan por tres fases durante la abstinencia. Te las explicamos.
Fase de abstinencia temprana
Empieza pasadas las 6 y 12 horas desde la última consumición y puede durar entre uno y dos días. En esta primera etapa, la persona tiene muchas ganas de beber, padece temblores, sudoración, náuseas, insomnio y ansiedad.
Fase de abstinencia aguda
La segunda fase dura de tres a siete días y las ganas de beber se acentúan. El individuo se encuentra en un estado de malestar general, aumentando la presión arterial y las taquicardias. Este también padece pesadillas y presenta confusión de forma puntual.
Fase de abstinencia post-aguda
La última fase es la que dura más tiempo, yendo de varias semanas hasta meses desde la última toma. El individuo suele presentar fatiga, falta de concentración y estados de humor que pueden ir desde la irritabilidad hasta la depresión.
Cómo reducir el síndrome de abstinencia alcohólica
Cada persona es un mundo, por lo que dependiendo de los síntomas y del estado de salud, el síndrome de abstinencia en alcohol se puede tratar de diferentes maneras. Eso sí, todos ellos comparten un mismo objetivo: controlar los síntomas, prevenir posibles complicaciones en el estado de salud y promover la recuperación de la persona a largo plazo.
Teniendo esto en cuenta, el síndrome de abstinencia del alcohol se puede tratar, de forma personalizada, a través de:
- Desintoxicación. Para los casos más graves, se realiza una estancia en centros especializados y posteriormente se realiza un programa de rehabilitación.
- Tratamiento farmacológico. Ante cualquier síntoma propio de la abstinencia, es muy importante que la persona acuda a su médico de cabecera. El tratamiento farmacológico del alcoholismo consiste en atenuar dichos síntomas a través de medicamentos prescritos por un médico, como son los antipsicóticos o las benzodiazepinas, como el diazepam o el lorazepam.
- Tratamiento psicológico. Los grupos de apoyo y la psicoterapia se recomiendan a esas personas que se están recuperando de su adicción al alcohol, aprendiendo a gestionarlo de forma individual y pudiendo compartir su experiencia con personas que pasan por la misma situación.
- Hábitos saludables. Recuperar las deficiencias nutricionales a través de un plan de alimentación personalizado, recuperar hobbies y el ejercicio físico son algunos de los cambios que se recomiendan mantener en la rutina de una persona ex-adicta al alcohol.
¿Qué pasa cuando se deja de tomar alcohol?
Sin duda, cuando dejamos de consumir alcohol podemos notar mejoras en nuestro estado de salud pasado un mes, aproximadamente. Por ejemplo la calidad del sueño mejora, así como la sensación de bienestar general. También mejora el rendimiento hepático y se pierde peso, pues recordemos que el alcohol aporta calorías vacías. Finalmente, se tiene más energía y mejora la concentración.
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