Es muy normal que los niños experimenten ciertos altibajos en su actitud respecto al colegio en algún momento de su vida. Sin embargo, cuando esa resistencia se convierte en una rutina, es cuando se vuelve motivo de preocupación y se debe abordar de manera adecuada. Si te preguntas, “¿por qué mi hija o hijo no quiere ir al colegio?”, aquí encontrarás las posibles causas y soluciones.
Índice
Vuelta al colegio y resistencia escolar
Con la vuelta al cole tan cerca, padres y niños comienzan ya a preparar el regreso a la rutina diaria tras las vacaciones. ¿Notas una actitud negativa en tus hijos cuando mencionas el tema?
La resistencia a ir al colegio en la vuelta escolar es un asunto muy usual a los que muchos padres se enfrentan.
Tu hijo o hija puede mostrar reticencia a regresar a las clases después del periodo vacacional por múltiples razones:
- Cambios en las rutinas. Durante las vacaciones, los niños pueden haberse acostumbrado a una rutina diferente a la que tienen durante el año escolar. El regreso a esa normalidad puede ser algo difícil de aceptar.
- Problemas académicos. Si tus hijos han estado luchando con el contenido académico (especialmente los más mayores) y se ha sentido frustrados, puede que teman al fracaso escolar.
- Cambios en el ambiente escolar. Un cambio de profesor o de nivel también puede ser algo que frene las ganas de tus hijos de volver al cole.
- Falta de motivación. Si los niños no sienten entusiasmo por las actividades escolares, es posible que no quieran regresar.
- Reencuentro con compañeros. Volver a reencontrarse con los amigos es positivo, pero no tanto hacerlo con aquellos compañeros con los que ha habido algún problema.
No obstante, además de darse el caso de que tu hija no quiera ir al colegio tras las vacaciones, también puede suceder que digas “mi hijo, de repente, no quiere ir al colegio”. Es algo que puede pasar en cualquier momento y hay que conocer las causas más habituales.
¿Por qué mi hija o hijo no quiere ir al colegio?
Entender el porqué de que tu hija o hijo no quiera ir al colegio es fundamental para poder buscar una solución.
Como hemos mencionado, los niños pueden mostrar rechazo a la vuelta al cole después las vacaciones, pero también tras los fines de semana. ¿O quizás ha empezado a hacerlo de manera repentina a mitad de curso?
En cualquiera de los casos, es importante tener presente los posibles causantes.
Desafíos académicos
Una de las razones que explican por qué en tu día a día se repite el “mi hijo quiere ir al colegio” es que tenga dificultades académicas.
Eso puede generarle estrés e inseguridad a la hora de tener que enfrentarse a las clases.
Ansiedad por separación
Los niños más pequeños, con frecuencia, pueden sentir ansiedad al tener que separarse de sus progenitores.
Acudir a la escuela supone desvincularse de su entorno seguro, lo que puede implicar miedos y angustia.
Bullying
El acoso escolar o bullying es un motivo muy serio de rechazo escolar.
Si tus hijos están siendo intimidados en la escuela o fuera de ella por otros alumnos, es comprensible que no quiera asistir al centro educativo.
Falta de interés
Algunos pequeños pueden aburrirse con el currículo escolar y, en el caso de los más grandes, pueden llegar a sentir que no están aprendiendo cosas que verdaderamente les interesen.
Eso los desmotivará, provocando que no deseen ir a clase.
Acontecimientos familiares
Ciertos acontecimientos dentro del núcleo familiar pueden desestabilizar emocionalmente a los menores y verse reflejado en no querer ir a la escuela.
Algunos ejemplos pueden ser la pérdida de un ser querido, el divorcio de los padres o el nacimiento de un bebé.
Problemas de adaptación
Si a los menores les está costando adaptarse al centro educativo, a los profesores o les cuesta hacer amigos, es posible que se nieguen a acudir a las clases.
Mi hija llora porque no quiere ir al colegio: ¿qué le pasa?
Si tu hijo o hija no manifiesta la verdadera razón por la que no quiere acudir, mostrará su disgusto de diferentes maneras. Algunas de ellas son quejarse de dolores físicos, justo al despertar o poco después.
En otros casos, esto puede ir mucho más allá, convirtiéndose en una negativa rotunda por parte del menor para salir de casa y usando el llanto como respuesta.
Si te preguntas “¿por qué mi hija o hijo llora porque no quiere ir al colegio?”, tienes que ir un poco más allá e investigar las posibles causas, ya que una reacción más desmedida, como una rabieta monumental o un llanto que no cesa, puede esconder una razón profunda. Plantéate:
- ¿Está bien de salud?
- ¿Ha cambiado de colegio o ha tenido algún problema en él?
- ¿Cuándo empezó a mostrar rechazo hacia la escuela?
- ¿Ha habido algún cambio reciente en el ámbito familiar?
- ¿Le sucede solo a tu hijo o a más niños de su clase?
Qué hacer si mi hijo no quiere ir al colegio
Tanto si tu rutina es la de mi hijo, de repente, no quiere ir al colegio, o si la cuestión viene ya desde hace un tiempo, es importante tomar medidas para abordar esa resistencia escolar.
Lo fundamental será tratar el tema desde la cercanía y la comprensión, jamás con gritos y reproches. Tomando esto como base, puedes comenzar a actuar.
Descarta problemas médicos
Si el menor se queja de alguna dolencia continuamente, lo primero es descartar que no exista realmente un problema médico.
Por ejemplo, a veces los niños no quieren ir a la escuela y se quejan de dolores de cabeza. La razón podría ser problemas en la visión aún no detectados. Presta atención a si el pequeño se pega más a los libros para leer o se acerca más al televisor, cierra un poco los ojos para agudizar la vista, etc.
Además de los problemas físicos, también hay que descartar otros, como ansiedad o trastornos de atención.
Observa la conducta de los niños
Cualquier cambio en la conducta de tu hijo o hija es un indicio de que algo de su día a día también ha cambiado.
Si se comporta de manera diferente y no es precisamente un cambio positivo, indaga un poco sobre ello. Si no te lo dice con palabras, puedes pedirle que lo dibuje o que lo muestre utilizando juguetes.
Eso sí, nunca lo obligues ni presiones para que hable, pues puede retraerse más.
Mantén una comunicación abierta
Tener una buena comunicación con tus hijos es clave siempre, pero más cuando se le presenten asuntos que requieran de apoyo. Es fundamental que sienta la suficiente confianza para hablar contigo de lo que le ocurre.
Pregúntale cada día cómo le ha ido en clase, qué ha hecho, qué tal con sus profesores y compañeros, etc. Hazlo siempre con voz calmada e implementa esas conversaciones sobre la escuela como parte habitual de la rutina.
Esto es especialmente relevante en casos tan graves como los de bullying. Como dice la Doctora en Psicología Clínica y de la Salud, terapeuta, investigadora y escritora Laura Rojas-Marcos, en el caso de acoso a los niños, los padres, profesores, adultos y testigos en general, tienen un papel muy importante. Sobre todo porque, en sus palabras, ayudar a una persona que está siendo acosada es una cuestión de principios.
Valida lo que siente
Otra de las acciones a tomar si te preguntas qué hacer si tu hijo no quiere ir al colegio es validar sus emociones.
En lugar de responder ignorando sus rabietas o diciéndole que todo va a estar bien, empieza enfocándote en validar lo que siente.
Ayúdale a ponerle nombre a lo que está sintiendo para que pueda llegar a expresarlo y encontréis una solución.
Habla con sus profesores
Por supuesto, es crucial que tengas información de los docentes sobre cómo va tu hijo en clases y cómo le ven. Esa información es muy valiosa para comprender los motivos por los que los niños no quieren ir a la escuela.
Habla con otros padres
Si tienes confianza con otros padres y madres de compañeros de tus hijos, pregúntales si ellos están en la misma situación.
Puede suceder que haya más casos en la misma clase y que la causa se encuentre dentro del aula.
Crea una rutina positiva
Establece una rutina matutina que motive a tu hijo antes de ir a la escuela. Por ejemplo, que después de desayunar, asearse, lavarse los dientes y preparase para las clases, saquéis juntos al perro de paseo.
Busca ayuda profesional
En caso de que la resistencia a ir a la escuela persista y esté afectando de forma significativa la vida de tu hijo, considera la posibilidad de buscar ayuda de un psicólogo infantil.
Mi hijo no quiere desayunar antes de ir al colegio
Ya hemos visto las razones por las que tu hijo/hija no quiere ir al colegio y qué hacer ante estos casos. Sin embargo, otra de las grandes preocupaciones de los padres que se dan antes de llegar a la escuela, es cuando su hijo no quiere desayunar antes de ir al colegio.
Como dicen los expertos, el desayuno es la comida más importante del día. Pero no solo eso, sino que varios estudios han demostrado que el desayuno y el aprendizaje están vinculados, puesto que los niños que toman esa comida suelen tener mejor rendimiento escolar.
Las razones por las que un niño o adolescente no quiere desayunar pueden ser varias:
- Algunos menores son algo quisquillosos con la comida en general.
- Están aburridos de desayunar siempre lo mismo.
- Los adolescentes pueden omitir el desayuno en un intento de evitar el sobrepeso o porque han retrasado hasta muy tarde su hora de descanso y se levantan con el tiempo justo.
- La falta de descanso puede hacer que los pequeños se levanten demasiado cansados para desayunar o sienten náuseas.
Lo más relevante en estos casos es hacer que los menores cumplan un horario de sueño apropiado para que puedan despertarse descansados y con tiempo para desayunar.