Entre las tareas diarias que más tiempo nos suelen llevar está el idear y preparar las comidas de la semana. Y si en casa hay peques, este deber cobra mayor relevancia. Elaborar un menú saludable para niños requiere de mucho tiempo de análisis y organización, pero es muy necesario. Veamos los detalles más importantes.
Índice
Los menús infantiles saludables son aquellos que se preparan en base a las necesidades nutricionales de los niños.
Para ello, se tienen en cuenta los alimentos que deben formar parte de su dieta y se reparten en las cantidades precisas, a ser posible, a lo largo de la semana.
¿Por qué es importante elaborar un menú saludable para niños?
Una correcta alimentación es crucial a lo largo de toda nuestra vida. Sin embargo, en etapas de desarrollo lo es aún más.
Hacer que tus hijos crezcan sanos y fuertes debe ser tu principal objetivo con la alimentación y, para ello, necesitan ingerir ciertas cantidades de diversos alimentos.
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Una de las maneras más efectivas para tener la certeza de que están adquiriendo los nutrientes que requieren, es elaborar menús infantiles saludables semanales o mensuales.
Además, comer de forma variada y equilibrada no solo influirá en su salud física, sino que también es esencial para su felicidad.
Antes de adentrarnos en la creación del propio menú, te proponemos que tengas en cuenta algunos consejos que te ayudarán y facilitarán la organización y elaboración de un menú saludable para niños semanal:
Define para quién es el menú
Cuando son varios los niños que hay en casa, es necesario tener en cuenta la edad de cada uno. Si no tienen edades muy lejanas, no pasa nada, pero es entendible que no es lo mismo elaborar un menú saludable para niños de 1 a 3 años, que uno para un niño de 11 o 12 años.
Los alimentos y las cantidades variarán en cada caso, por lo que lo ideal es tener toda la información posible al respecto. Para ello, el primer paso es hablar con el pediatra.
Consulta la pirámide de alimentación infantil
Para pequeños que hayan cumplido ya los 2 años, tener muy presente la pirámide alimenticia infantil es fundamental. De esta forma, te resultará más fácil conocer las raciones que los niños deben ingerir dentro de los menús infantiles saludables semanales.
Valora la variedad
Sí, a veces pensar los platos considerando todos los puntos fundamentales puede ser como armar un puzle. Pero hay que hacerlo por ellos y sin olvidar la variedad.
Aunque parezca complicado de primeras, no lo es. Solo hay que encontrar el equilibrio y la forma de complementar los diferentes tipos de alimentos: proteínas con verduras, cereales y verduras, lácteos y cereales…
Juega con la elaboración y la presentación
Con el fin de variar el sabor de los alimentos y así evitar la falta de apetito en los niños y que no les sepa todo igual, es aconsejable alternar las preparaciones de los mismos. Para ello, elige en cada caso y varía entre vapor, horno, plancha o cocción, aunque (si no hay problemas de obesidad) de vez en cuando puedes introducir rebozados y fritos.
Además, puedes jugar con la presentación de los platos y crear formas divertidas para disimular o mezclar alimentos y sabores que quizás no les resulten tan atractivos a los niños.
Programa las comidas antes de hacer la compra
De esta forma ahorrarás, pues no comprarás cosas de más para improvisar. Además, te asegurarás de que tienes todo lo necesario de cada grupo nutricional.
Elabora los menús con la opinión de tus hijos
Es probable que si los pequeños de la casa tienen un plato favorito, cada día que les preguntes qué quieren comer, darán como respuesta ese plato.
Obviamente no se les puede conceder ese capricho siempre, pero si son lo suficientemente mayores, puedes preparar el menú con su ayuda y opinión. Y si, además, algunos platos los cocináis juntos, la motivación por la comida será mayor.
Para crear un menú saludable para niños a nivel semanal lo mejor es tener muy presentes las notas fundamentales de la pirámide nutricional infantil. Esta explica que, de forma diaria, la dieta de los pequeños debería contener:
- De 3 a 5 raciones de frutas y verduras.
- De 2 a 3 raciones de legumbres, huevo, frutos secos y carnes magras.
- 3 raciones de pan, plátano o féculas.
- De 3 a 4 raciones de aceite de oliva. Esta se puede usar como aliño, por ejemplo.
- Entre 2 y 4 raciones de leche y derivados lácteos.
- En cuanto a las carnes grasas, los embutidos, los dulces o la mantequilla, se recomienda un consumo muy ocasional en la semana.
Para poder organizar el menú de forma más sencilla, lo ideal es crear una ficha en la que aparezcan los días de la semana y, en cada uno, espacios en blanco para las cinco comidas diarias. Te resultará muy práctico ir rellenando los huecos de forma equilibrada.
Este ejemplo es tan solo eso, una muestra de lo que podrían ser los menús infantiles saludables para una semana.
Además, hay que tener en cuenta que está pensado para pequeños de más de 3 años, ya que un menú saludable para niños de 1 a 3 años es algo diferente. Por ejemplo, en su caso se aconsejan cuatro comidas al día. Se añadirá una o dos más (pero pequeñas) si el niño lo demanda por la mañana o la tarde. Los sólidos seguirán siendo complementarios a la lactancia materna o artificial que, como indica la OMS, es recomendable hasta los 2 años.
Aclarado que el público objetivo de este menú debe haber superado los 3 años, a la hora de elaborarlo, te recomendamos tener en cuenta sus necesidades propias, que pueden ser muy diferentes a las de otros niños.
Comida para el lunes
Desayuno: cereales con leche y frutos secos.
Media mañana: bocadillo o tostada de pan con jamón curado y tomate, con un poco de aceite de oliva.
Comida: arroz con nata y verduras. De postre frutas.
Merienda: yogur con plátano y galletas.
Cena: ensalada de pollo y manzana.
Comida para el martes
Desayuno: Yogur con frutas naturales troceadas y cereales.
Media mañana: pan con queso.
Comida: pasta con jamón york y fruta de postre.
Merienda: un vaso de leche con pan, plátano y mermelada casera.
Cena: pescado con patatas y verduras. Una pera de postre.
Comida para el miércoles
Desayuno: pan con tomate y aceite de oliva y un zumo de naranja.
Media mañana: barra de cereales y yogur.
Comida: arroz con pollo y pera.
Merienda: bizcocho y manzana.
Cena: sopa de verduras, tortilla francesa y plátano.
Comida para el jueves
Desayuno: leche, pan integral con mermelada o miel y zumo de naranja.
Media mañana: una pieza de fruta y yogur.
Comida: guiso de carne de ternera, zanahorias, guisantes y patatas. Un poco de queso y una manzana.
Merienda: bocadillo de jamón york y una pera.
Cena: Merluza al horno, ensalada y uvas.
Comida para el viernes
Desayuno: leche con copos de cereales y zumo.
Media mañana: galletas y leche.
Comida: lentejas guisadas con arroz, zanahoria y patatas, ensalada y macedonia de frutas de postre.
Merienda: Frutos secos y plátano.
Cena: Espaguetis con salsa de tomate. Manzana y leche.
Comida para el sábado
Desayuno: Batido de leche y frutas, pan, mantequilla y mermelada.
Media mañana: pieza de fruta.
Comida: potaje de legumbres con verdura, filete ruso y yogur.
Merienda: bizcocho y naranja.
Cena: fritura de pescado con guarnición de tomate, lechuga y zanahoria. Plátano de postre.
Comida para el domingo
Desayuno: leche con cacao, pan tostado y zumo.
Media mañana: mandarinas.
Comida: carne asada con patatas, guisantes y champiñones. Ensalada de espárragos y pera.
Merienda: manzana asada y yogur.
Cena: merluza al horno, puré de verduras y cuajada con miel.
Lo bueno de ser tú quien elabora los menús infantiles saludables semanales es que podrás adaptarlo a la temporada y a las circunstancias. Respecto a la temporada, lo ideal es siempre obtener productos del momento, por su frescura y su gran aporte nutricional.
Al hablar de las circunstancias nos referimos a las situaciones que se pueden dar cada día y que podrían ser causa de modificaciones improvisadas en el menú. Por ejemplo, si vuestro hijo o hija ha tenido un mal día en el cole, quizás le podáis alegrar la merienda o la cena cambiando lo que había previsto para ese día por lo de otro que sabéis que le gusta más.
Por último, recordad que los pequeños adquieren sus hábitos alimenticios en el hogar, fundamentalmente. Esto es muy relevante, sobre todo, en la etapa que va de los 3 a los 6 años.
Dichos hábitos le acompañarán durante gran parte de su vida y puede resultarles realmente difícil deshacerse de ellos. Por ese motivo, hay que ser cuidadosos y firmes en la alimentación, pero también incentivarles para que disfruten de la comida y no la vean como un castigo.
Como padres o tutores, debéis dar el ejemplo y ayudarles con una buena organización alimenticia, sana y equilibrada. ¡Y la elaboración de menús infantiles saludables para cada semana es la clave!
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