Tanto si se es madre primeriza como si no, los días y semanas posteriores a dar a luz pueden ser un carrusel de emociones: desde la felicidad más plena, hasta el agobio más intenso, pasando por momentos de tristeza. Todo ello podría hacer que la madre acabase sufriendo depresión post parto.
Es esencial conocer los síntomas de la depresión post parto, tanto en el caso de la propia madre, como por parte de su entorno. De esa manera, se podrá solicitar y ofrecer la ayuda necesaria para este proceso.
Índice
¿Qué es la depresión post parto?
La depresión post parto es una depresión que puede ir de moderada a intensa y que se da en algunas mujeres tras haber dado a luz.
Se trata de un problema de salud mental, por desgracia común y grave. Está asociado al sufrimiento materno y deja consecuencias negativas en su descendencia.
Es incierta la prevalencia estimada de la depresión post parto unipolar, aunque se estima que oscila entre el 13% y el 19%.
¿Cuánto dura la depresión post alumbramiento?
La depresión post parto se puede presentar poco después del alumbramiento o hasta un año más tarde, aunque lo más habitual es que se produzca dentro de los primeros 3 meses tras el nacimiento del bebé.
Causas de la depresión post parto
Aunque no se puede hablar de motivos concretos, hay muchos factores que están involucrados en las posibilidades de que una mujer sufra depresión post parto.
- Estrés. El nacimiento de un nuevo hijo, especialmente si es el primero, puede provocar un cúmulo de estrés en la madre ante el desconocimiento de muchos condicionantes. Además de esto, también pueden influir los conflictos matrimoniales, familiares u otros.
- Antecedentes familiares de procesos depresivos post parto o enfermedades psiquiátricas.
- Si se trató de un embarazo no deseado.
- Economía. La falta de apoyo económico para hacer frente a los gastos y todo lo que necesita un bebé puede provocar depresión.
- Miedo e incertidumbre antes los cuidados del niño.
- Descontento con la imagen corporal tras el alumbramiento.
- Edad. Las mujeres muy jóvenes, por ejemplo, menores de 25 años, pueden verse más afectadas por esta depresión.
- Violencia en casa.
- Cambios en las relaciones sociales y laborales.
- Falta de sueño.
- Escaso tiempo y libertad para la madre.
- Actitudes negativas mostradas hacia el embarazo que perduran tras él.
- Multiparidad (más miembros de la familia en casa).
- Fenómenos epigenéticos, como podría ser la metilación del ADN.
- Dudas sobre la lactancia.
- Una mala salud física perinatal (obesidad, infecciones tras el parto, hipertensión, diabetes…).
- Cambios hormonales. Esta es una de las causas más frecuentes asociadas a la depresión post parto.
Los cambios que se producen en las concentraciones séricas de varias hormonas se encuentran asociadas con la depresión post parto. Estas modificaciones incluyen la disminución de la progesterona, el estrógeno o cambios en la melatonina, cortisol, hormona tiroidea y oxitocina.
Es cierto que durante el propio periodo de gestación los niveles hormonales fluctúan y también lo hacen después del parto. Aun así, es tras el alumbramiento cuando se puede dar una mayor sensibilidad a dichos cambios, los cuales puede hacer que la mujer sufra depresión.
Síntomas de la depresión post parto
Los síntomas de la depresión post parto también son muy variados. Es de suma importancia saber identificarlos y no solo debe hacerlo la propia madre, sino que su círculo más cercano también debe estar al tanto de ellos.
Entre los síntomas de depresión post parto más comunes, se hallan:
- La sensación de tristeza constante y profunda.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Ansiedad y desbordamiento ante situaciones que, a priori, no son complejas.
- Pérdida del apetito.
- Enfado e irritabilidad intensa.
- Otro de los síntomas de depresión post parto es la incapacidad para disfrutar, tanto de su bebé como de la vida en general.
- Llanto constante.
- Graves cambios de humor.
- Dificultadas para relacionarse con el bebé.
- Intentos de evitar a la familia y a los amigos.
- Pérdida de interés en las relaciones sexuales.
- Salir de la cama es un gran esfuerzo.
- Disminución de la concentración.
- Sentimientos de culpa o de vergüenza.
Cómo detectar la depresión después del nacimiento del bebé
Los síntomas asociados a la depresión post parto son indicadores muy importantes a la hora de detectar esta enfermedad.
No obstante, los profesionales emplean métodos cuyo fin es la aclaración de la existencia de este tipo de afección en la reciente madre.
Algunos de esos métodos son la evaluación de la depresión post parto y el test de depresión post parto basado en la Escala de Depresión Post Parto de Edinburgh.
Evaluación de la depresión post parto
La evaluación de la depresión post parto se realiza para averiguar si una madre que acaba de dar a luz sufre este tipo de depresión.
El obstetra, ginecólogo, la partera o el profesional de atención de salud correspondiente, podrá hacerle una evaluación de depresión post parto a la madre.
Este se ejecutará como parte de cualquier examen rutinario tras el nacimiento del bebé o si la mujer presenta alguno de los síntomas de depresión post parto 2 semanas o más después del alumbramiento.
Cuando el resultado de la evaluación confirma la existencia de la enfermedad, se derivará a la mujer a un especialista de salud mental.
Test de depresión post parto – Escala de Depresión Post Parto de Edinburgh
El objetivo de la Escala de Depresión Post Parto de Edinburgh (EPDS por sus siglas en inglés) es asistir a los profesionales de la atención primaria de la salud en la tarea de detectar depresión post parto en las madres.
La EPDS fue elaborada en centros de salud de Edinburgh y Livingston, y consiste en 10 declaraciones cortas.
En cada una, la madre podrá escoger entre las cuatro posibles respuestas, la que más se parece a la forma en la se sintió durante la semana anterior. Normalmente, las mujeres tardan menos de 5 minutos en responder sin dificultad.
Tras realizar el test de depresión post parto, se recogerán los puntos otorgados a las categorías de respuestas. Estos se suman para conocer la puntación total.
Si el resultado es de +10, muestra la probabilidad de una depresión post parto. No obstante, no se refleja su gravedad, por lo que este test siempre habrá que usarse como asistencia al juicio clínico y no como reemplazo.
Cómo tratar la depresión después de dar a luz
A la hora de establecer un tratamiento para la depresión de la madre después de haber dado a luz a su bebé, se tendrá en cuenta su gravedad. Sin embargo, de manera general, algunas formas con las que se trabaja para hacerle frente son:
- La psicoterapia, esencial como tratamiento inicial, especialmente en la depresión leve o moderada. Consiste en pautas prácticas variadas y es muy útil en aquellas madres que están en periodo de lactancia que no quieren exponer a sus hijos a los antidepresivos.
- Cuando la psicoterapia es rechazada o no es suficiente, los antidepresivos serán la alternativa más razonable.
- Por otro lado, en muchos casos es necesaria la acción combinada de ambas posibilidades. Es decir, la psicoterapia junto con la farmacoterapia.
Además de esto, es fundamental que la mujer tome nota de otros consejos básicos del día a día.
- Aceptar la ayuda de pareja, familiares y amigos para descansar todo lo posible.
- Dedicar tiempo a sí misma.
- Conectar con otras madres primerizas si este también es el caso de la mujer con depresión.
- Evitar el consumo de cualquier alimento o sustancia que pueda empeorar el estado anímico.
¿Puede afectar la depresión de la madre al bebé?
Sí, la depresión post parto de la madre puede afectar claramente al bebé, siendo esta una realidad respaldada por muchos estudios y con reconocimiento a nivel mundial.
Los efectos negativos pueden ser permanentes tanto en la madre como en el hijo. Por ese motivo, es fundamental que se destinen todos los recursos necesarios a prevenirla y tratarla.
Una de las razones principales es que cuando las madres entran en depresión, se muestran menos capaces de cuidarse a sí mismas y a sus bebés. Esto puede acabar causando problemas de desarrollo y emocionales para los niños.
- La madre tendrá dificultad para interpretar adecuadamente los mensajes del bebé. Por tanto, también le será difícil dar respuesta a sus necesidades.
- Tampoco podrá estar emocionalmente disponible para su hijo.
- No sabrá o no podrá atender al cuidado de la salud del pequeño.
Tristeza y psicosis post parto: ¿qué son?
Además de la depresión post parto, se puede hablar de otros niveles de tristeza relacionados con el alumbramiento.
Tristeza post parto
La tristeza post parto es una afección menos prolongada que la depresión. Consiste en padecer sentimientos de tristeza y de preocupación que se inician tras el nacimiento de bebé, en los primeros días.
La madre puede sentirse muy feliz en un instante y pocos minutos después totalmente superada.
Lo ideal es que en esos casos, la mujer intente aceptar la mayor ayuda posible de sus allegados, para que pueda tener momentos de descanso tanto de tareas habituales del hogar, como de atención al bebé las 24 horas.
La tristeza post parto dura un corto periodo de tiempo, que puede ir desde unos días, hasta una semana o dos.
Si tras dos semanas los síntomas persisten, en las revisiones regulares el médico puede realizar una evaluación o test de depresión post parto para determinar si esa tristeza va camino de desembocar en depresión.
Psicosis post parto
La psicosis post parto es una afección muy grave, mucho más que la depresión, aunque poco frecuente.
Ante ella, la madre puede tener alucinaciones, insomnio grave, pensamientos paranoicos y comportamientos muy extraños.
Las ideas irracionales sobre el bebé se pueden apoderar de la madre, como que debe hacerse daño a sí misma, al niño o que este está poseído.
La psicosis post parto suele darse en mujeres que ya sufren otras enfermedades de carácter psiquiátrico, como pueden ser la esquizofrenia o el trastorno bipolar. Esta enfermedad va a requerir atención médica de manera inmediata, normalmente con internamiento hospitalario.
Entender los sentimientos de una madre que recién ha dado a luz no es fácil, a veces ni para la propia mujer. Es una situación emocional muy intensa y desconocida para ella, llena de nuevas necesidades que debe cubrir.
Por todo ello, contar con todo el apoyo posible es el pilar fundamental para salir adelante.