Los síntomas posteriores al Covid-19 pueden aparecer en cualquier persona, si bien en adultos mayores y personas con patologías médicas graves pueden ser más frecuentes.
Conocer las secuelas que puede dejar el virus tras una recuperación que en algunos casos es muy rápida, es esencial para seguir dándole relevancia a la reducción de su propagación.
Índice
¿Qué son los síntomas post Covid?
Los síntomas o afecciones post Covid son una gran gama de problemas de salud que algunas personas experimentan tras cuatro semanas o más desde su infección por primera vez de Covid-19.
Puede suceder, incluso, que enfermos que no hayan manifestado síntomas durante los días o semanas posteriores al contagio, también padezcan estas secuelas.
Las consecuencias suelen durar como mínimo dos meses y no se pueden explicar con un diagnóstico alternativo.
A los síntomas post Covid-19 se les conoce también por otros nombres:
- Covid-19 de larga duración.
- Covid-19 post agudo.
- Covid crónico.
- Efectos a largo plazo del Covid.
- Covid prolongado.
- Covid persistente.
¿Por qué se da el Covid persistente?
Algunos datos señalan que el Covid persistente afecta de forma aproximada a un 10% de las personas que sufrieron el virus, llegando al 15% en aquellas que lo padecieron con mayor gravedad.
Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta cuál es el mecanismo que lo desencadena. Aun así, se suele hablar de tres hipótesis distintas:
- La infección produce una tormenta inflamatoria, la cual genera una reacción inmunitaria inflamatoria tardía.
- Pueden existir autoanticuerpos que alteran la función inmunológica.
- El virus permanece en el organismo, causando una infección crónica o subyacente.
Los profesionales indican que la posibilidad de que aparezcan los síntomas post Covid se reducen a la mitad para aquellas personas con una pauta de vacunación completa.
Síntomas del Covid persistente, nuevos o en curso
Algunas de las personas que han pasado el virus, sufren diferentes efectos negativos en su salud, nuevos o permanentes, durante semanas o meses.
La diferencia de estas secuelas del Covid-19 frente a otras que solo se dan en pacientes que enfermaron gravemente por el contagio, es que estos síntomas pueden aparecer en cualquier persona. No importa que la enfermedad fuese leve para ellos o hayan sido asintomáticos durante la infección.
Entre los signos que se manifiestan en estos casos, se encuentra:
- El cansancio y la fatiga.
- La dificultad para respirar, sensación de ahogo y falta de aire.
- Tos.
- Dolores de cabeza.
- Dificultad para la concentración o para pensar. En ocasiones esto recibe el nombre de «neblina mental».
- Palpitaciones.
- Problemas para dormir.
- Síntomas que empeoran tras realizar actividades mentales o físicas (malestar generalizado post esfuerzo).
- Diarrea.
- Dolor en el pecho.
- Dolor de estómago.
- Fiebre.
- Sensación de hormigueo.
- Dolores musculares o articulares.
- Sarpullido.
- Vértigo (mareos) al ponerse en pie.
- Alteraciones en el gusto o el olfato.
- Cambios en los ciclos menstruales.
- Cambios en el estado de ánimo.
- Depresión o ansiedad.
- Síntomas dermatológicos: caída del pelo, debilidad en las uñas.
Coágulos sanguíneos y problemas en los vasos sanguíneos por el Covid persistente
Otro de los efectos negativos que deja el Covid-19 es el aumento de la posibilidad de que las células sanguíneas se acumulen formando coágulos.
Los coágulos grandes pueden provocar accidentes cardiovasculares y ataques al corazón. Por su parte, los expertos asocian a los pequeños coágulos el daño general que causa al corazón el virus. Eso se debe a que estos bloquean los pequeños vasos sanguíneos del corazón.
Además de este músculo, otras partes del cuerpo que se pueden ver afectadas por la formación de los coágulos son los riñones, las piernas, los pulmones y el hígado.
Secuelas multiorgánicas del Covid-19
Algunos de los enfermos graves de Covid-19 presentaron efectos multiorgánicos o afecciones autoinmunes durante mucho tiempo después del contagio.
Las consecuencias multiorgánicas pueden afectar a muchos, si no a todos, los sistemas del cuerpo, especialmente la piel, los pulmones, el corazón, el cerebro y los riñones.
Estas consecuencias pueden desembocar en patologías como:
- Problemas respiratorios a largo plazo.
- Deterioro renal crónico.
- Síndrome de Guillain-Barré.
- Accidente cerebrovascular.
Por su parte, en el caso de los problemas autoinmunitarios, estos suceden cuando el sistema inmune ataca las células sanas de un organismo por error. Esto provoca inflamaciones dolorosas o daños en los tejidos de aquellas zonas del cuerpo afectadas.
Entre dichas patologías está el síndrome inflamatorio multisistémico (MIS). Aunque es poco frecuente, puede afectar sobre todo a los niños.
Síntomas post Covid en casos de enfermedad u hospitalización
El Covid persistente también deja sus secuelas propias en aquellos casos de hospitalizaciones y complicaciones de enfermedades graves. El agotamiento continuo y la debilidad durante la etapa de recuperación están entre sus signos.
Además de esto, la hospitalización también puede provocar otros efectos:
- Síndrome post cuidados intensivos. Este hace referencia a los efectos en la salud que surgen cuando una persona está en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y pueden acompañarle después de recibir el alta. Entre las secuelas se encuentran problemas para razonar, debilidad grave y trastorno de estrés postraumático.
- Otros síntomas que pueden aparecer tras una hospitalización se parecen a los síntomas nuevos de Covid persistente en personas que lo pasaron de forma leve (fatiga, dolores musculares, dolores de cabeza, hormigueo, etc.). Sin embargo, en ocasiones cuesta determinar si son a causa de la hospitalización, de los efectos a largo plazo del virus o una combinación de los dos aspectos.
Problemas de estado de ánimo
Los problemas de estado de ánimo son recalcables porque si hay una secuela muy común que ha dejado la pandemia por Covid-19, tanto en los contagiados como en su círculo cercano, son los efectos en la salud mental.
Mencionábamos antes el estrés postraumático que puede sobrevenir a una persona que ha pasado por la experiencia de estar hospitalizada por el virus. Además de esto, también existe la posibilidad de que sufra depresión y ansiedad.
No hay que olvidar que el aislamiento también pasa y pasó factura a muchas personas, incluso a aquellas que no se han contagiado.
Fatiga crónica, otra de las secuelas del Covid-19
Una gran cantidad de personas que se recuperaron de la infección, han padecido los signos de Covid persistente a través del síndrome de la fatiga crónica.
Esta se trata de un complejo trastorno que se caracteriza por una fatiga extrema, la cual empeora al realizar actividad física o mental, pero no mejora tras descansar.
El problema de todos los síntomas mencionados, más allá de los propios efectos, es que muchos de ellos son poco medibles. Por ejemplo, al hacer una analítica de sangre no hay un marcador que facilite el diagnóstico de Covid persistente.
Por lo tanto, no existe un tratamiento específico para esos pacientes, sino que en general será un tratamiento sintomático.
Síntomas post Covid en niños y adolescentes
Las personas pueden presentar secuelas del Covid-19 sin importar su edad. Es cierto que estas son menos frecuentes en niños y en adolescentes que en los adultos, pero los menores también pueden manifestar efectos a largo plazo.
Uno de los signos más graves es el ya mencionado síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C). Se trata de una afección en la que diferentes partes del cuerpo pueden llegar a inflamarse. Partes que incluyen el corazón, el cerebro, los órganos gastrointestinales, los riñones, los pulmones o los ojos.
Además de este síndrome, también se han podido identificar en niños y adolescentes síntomas similares a los de los adultos:
- Dolor de cabeza.
- Insomnio.
- Dolor en músculos y articulaciones.
- Cansancio y fatiga.
- Problemas de concentración.
- Tos.
Aun así, los datos sobre los problemas del Covid persistente en menores todavía son escasos.
Por ello, hay que prestar atención a cualquiera de estas señales, sobre todo si se trata de niños muy pequeños a los que les cueste describir las sensaciones que están experimentando.
Es importante también que, como padres, si vuestros hijos sufren alguna afección posterior al Covid-19, acudáis a hablar con sus tutores escolares para informar de la situación.
Incluso, se podrían llegar a promover adaptaciones o alternativas para la enseñanza en aquellos menores que sufren las secuelas del virus. Dichas adaptaciones también se podrían solicitar a los profesionales en las actividades extraescolares de los niños.
¿Se puede prevenir el Covid persistente?
Dado que no se sabe con exactitud qué es lo que desencadena estos síntomas post Covid-19, no se puede hablar de un método de prevención concreto para ello.
Por tanto, la única solución pasaría por la vacunación, puesto que estudios han demostrado que las posibilidades de estos síntomas se reducen con ella.
Además, para quienes no se hayan contagiado, lo mejor siempre será la prevención, tomando todas las medidas para evitarlo.
Todavía es pronto para saber con certeza cómo afecta el Covid persistente a las personas, pues es necesario un estudio más a largo plazo.
Por este motivo, los investigadores aconsejan que los médicos lleven un control cercano de las personas que pasaron el Covid para ver cómo reacciona su cuerpo después de la recuperación.
Eso sí, su relevancia es tal, que a lo largo del mundo se están empezando a abrir clínicas con atención especializada a las personas que sufren los síntomas del Covid persistente o enfermedades relacionadas con este virus. Además, también existen grupos de apoyo.