Las pérdidas y lo que ellas suponen forman parte de la vida, a todos nos toca vivir el adiós de una persona u objeto amado en algún momento. Por eso, es importante no patologizar la situación, pero sí aprender a gestionar las fases del duelo.
Fases del duelo: la importancia de superarlo
Aunque no se debería tratar el duelo como una patología, es cierto que a veces se complica para la persona que pasa por él y se queda atrapada en un dolor que le impide seguir con su vida.
Cuando el duelo se complica es fundamental pedir ayuda al entorno y también acudir a profesionales de la salud mental si se considera necesario. No obstante, para comprender bien la dimensión de la situación, primero hay que conocer bien las fases del duelo.
- ¿Qué es el duelo?
- ¿Qué son las fases del duelo?
- ¿Cuáles son las cinco fases del duelo?
- Cómo gestionar el duelo
- El duelo en niños y adolescentes: ¿cómo lo expresan?
- Ayudar a un niño a afrontar el duelo
¿Qué es el duelo?
El duelo se trata de un proceso psicológico al que nos enfrentamos tras una pérdida.
Dada su definición, el duelo surge tras la pérdida de cualquier objeto de apego y el nivel del mismo variará según varios aspectos
- El grado de vinculación emocional con dicho objeto.
- La forma de ser de la persona.
- Su historia previa.
- La propia naturaleza de esa pérdida.
Es cierto que el duelo se suele asociar con la muerte, pero las pérdidas y el duelo asociado a ellas pueden ser muy variadas. Por ejemplo:
- Los cambios de domicilio.
- Las rupturas de pareja.
- Procesos de enfermedad.
- Decadencia funcional.
- Cambios de estatus a nivel profesional.
¿Qué son las fases del duelo?
Elisabeth Kübler-Ross es una psiquiatra suiza que en el año 1969 publicó un libro llamado On death and dying.
En él describía por primera vez 5 fases en las que, según su experiencia con pacientes terminales en la Universidad de Chicago, se desarrolla el duelo. Es decir, cinco etapas por las que pasamos tras una pérdida.
¿Cuáles son las cinco fases del duelo?
Las fases del duelo pueden darse sucesivamente, aunque no siempre es así. Esto se debe a que cada proceso, así como cada persona, es único. Del mismo modo, las fases no tienen en todos la misma duración.
Las siguientes serían las 5 fases del duelo descritas por Kübler-Ross.
1. Fase de negación
La sensación de incredulidad o irrealidad que puede producirnos una pérdida repentina, puede provocarnos una reacción de negación y de congelación de las emociones.
Esa fase se manifiesta con actitudes como una aparente entereza emocional o con comportamientos como si no hubiese sucedido nada. También suele acompañarse de expresiones tales como «me parece que estoy en una pesadilla» o «todavía no me creo que sea verdad». Suele ser muy habitual como primera de las fases del duelo en la muerte de una madre o padre de manera repentina.
Por otro lado, la fase de negación puede presentarse también de forma sutil o de manera abstracta, restándole importancia a la gravedad real de la pérdida o a su irreversibilidad, cuando sí lo es en muchos casos.
2. Fase de ira
Es muy usual que, tras la negación, cuando empiezan a surgir las emociones, estas aparecen en modo de ira, frustración e impotencia.
Puede suceder, incluso, que se atribuya la responsabilidad de la pérdida a sí mismo, al fallecido o a un tercero, cuando eso no sea real.
En otros casos mucho más extremos, la persona que está pasando por la segunda de las fases del duelo se queda atascada en este periodo porque vive en una reclamación de responsabilidad continua que no le posibilita el despedirse del objeto o persona amada.
3. Fase de negociación
Durante la fase de negociación, la persona que está pasando por el duelo comienza entrar en contacto con la realidad de la pérdida. Al mismo tiempo, empieza a explorar qué cosas podría hacer para revertir la situación.
Algunos ejemplos de esta fase serían:
- Cuando alguien considera que puede recuperar a su expareja en una relación completamente rota si cambia su actitud.
- Cuando un paciente es informado de que padece una enfermedad terminal sin cura y aun así empieza a buscar opciones de tratamiento.
4. Fase de depresión
La siguiente de las fases del duelo es aquella en la que ya se va asumiendo la realidad de la pérdida.
Se dan los primeros pasos hacia el contacto con las emociones que implican una ausencia. Esto se puede manifestar de diferentes maneras: nostalgia, pena, pérdidas de interés por lo habitual, aislamiento social…
En realidad, esta fase debería ser llamada «fase de la pena» o «tristeza», pues así perdería la connotación patológica.
5. Fase de aceptación
La última de las fases del duelo implica llegar a un estado de calma asociado a la comprensión. Tanto a nivel racional como emocional se acepta que la muerte, así como otras pérdidas, son sucesos inherentes a la vida.
Esta fase no supone olvidar, sino poder vivir con la pérdida.
Cómo gestionar el duelo
El duelo por fallecimiento es el tipo más relevante, debido a la potencia con que afecta a las personas.
Además, los modelos psicológicos que dan significado a este proceso fundamentalmente se han centrado en las fases del duelo por muerte del padre, madre, hijo u otro ser querido, así como la cercanía a la propia muerte.
Aun así, sea cual sea el desencadenante, hay algunas estrategias que pueden ayudarte a gestionar el duelo.
Busca algo de información
Es un momento complicado, pero saber que el proceso y las fases por las que vas a pasar es lo habitual, puede ser el primer paso para superarlo.
Del mismo modo, también ayuda conocer la información sobre cómo empezar a superar la situación.
Acepta tus sentimientos
Tras cualquier pérdida se pueden experimentar todo tipo de emociones, como hemos visto al explicar las fases del duelo.
Hay que aceptar que esos sentimientos son normales y dejarlos salir. Los bloqueos emocionales impiden avanzar.
Habla sobre la pérdida
Debes expresar en alto lo sucedido. Habla con tu familia, amigos o con un profesional.
Eso te ayudará a comprender mejor qué es lo que ha pasado y a poner en palabras lo que estás sintiendo, sea tristeza, ira, confusión, etc.
Cuídate
No debes perder de vista tu bienestar. Mantén un estilo de vida saludable y dale importancia al descanso.
Comer bien y hacer ejercicio, te ayudará a sentirte sano y con más energía en esos momentos duros.
Celebra la vida de la persona que se fue y rememora los buenos
Recuerda a la persona que has perdido con alegría o haz alguna acción para honrar su memoria.
Si la pérdida es de otro tipo, también debes quedarte con todo lo positivo que te aportó y recordar desde la gratitud y no con tristeza.
Acude a terapia
Buscar ayuda profesional, sin duda, es una de las mejores formas para gestionar el duelo y todas sus fases.
Esta persona no solo escuchará cómo te sientes, sino que te dará pautas que te ayuden a lidiar con ello y recuperar tu camino para seguir adelante.
Tómate descansos del duelo
Es muy saludable tomarte descansos del duelo, interactuando con familiares y amigos y realizando actividades que te resulten placenteras.
No es aconsejable centrarse todo el tiempo en la pérdida, aunque sea porque la estás tratando. Hay que ir y venir entre ella y la forma de estar en el mundo sin la persona u elemento perdido.
Ten paciencia
Debes permitirte que el duelo se desarrolle al ritmo natural que te suponga a ti. No te juzgues por no sobrellevar la pérdida como te gustaría o por no superarla rápidamente.
Perdónate
Muchas personas se quedan enquistadas en el proceso de duelo porque se sienten culpables por acciones o palabras que realizaron o dijeron a la persona querida que ya no está.
Perdonarte por ello te ayudará a procesar mejor el arrepentimiento.
El duelo en niños y adolescentes: ¿cómo lo expresan?
Los niños y los adolescentes pueden expresar el duelo de muchas maneras. Algunas de ellas son:
- Hacen preguntas sobre dónde está la persona fallecida o cuándo volverán a su antiguo hogar.
- Verbalizan la pérdida.
- Muestran tristeza. Algunos solo en momentos determinados y periodos breves.
- Somatizan su duelo con malestares físicos, como dolores de cabeza o estómago.
- Expresan angustia o ansiedad sobre situaciones que antes no les causaban inconvenientes, como ir a la escuela o hacer actividades extraescolares.
El duelo es mucho más intenso cuando el niño tenía una relación muy cercana con la persona que fallece. Por ello, las fases del duelo por muerte del padre o madre son las más complicadas, pero también por abuelos, hermanos o amistades.
También es muy común que suceda cuando muere el animal de compañía, ya que el vínculo que se puede crear entre niños y mascotas es muy fuerte.
Es esencial saber que los niños y adolescentes entienden las pérdidas de diferente manera según sus etapas de desarrollo.
Por ejemplo, hasta que los menores no llegan al periodo de los 6 a 12 años no comprenden que la muerte es algo irreversible. Incluso cuando se trata de adolescentes, que ya tienen una comprensión más adulta del concepto de la muerte, no tienen experiencia o habilidades para afrontar esas situaciones.
Debido a esto, es fundamental que, para que niños y adolescentes afronten un duelo, se sigan ciertas pautas apropiadas para ellos.
Ayudar a un niño a afrontar el duelo
Centrándonos en el caso de la muerte, veamos algunos consejos para ayudar a los menores a afrontar la pérdida de un ser querido.
- Se debe explicar la muerte con palabras simples, directas y reales. Si un niño está atravesando las fases del duelo por muerte de su madre, no uses palabras como «se fue a dormir», sino que se debe usar «murió».
- Puedes explicar la muerte como un hecho que implica que el cuerpo de la persona dejó de funcionar, por lo que ya no podrá moverse, respirar, comer o cualquier otra cosa que hacía antes.
- Los niños y adolescentes van a necesitar muchas conversaciones breves y repetir muchas preguntas para procesar información compleja. Repite todo lo que sea necesario para su asimilación.
- De haberlas en la familia, comparte las creencias religiosas o espiritules sobre la muerte.
- Apóyate en libros infantiles o dibujos para explicar la pérdida.
- Incita a los niños y adolescentes a que hagan las preguntas que necesiten y a que compartan sus emociones.
- En caso de sentir culpabilidad (esto suele sucede mucho en caso de duelo por separación de los padres) hay que dejarles claro que ellos no son los culpables de la pérdida.
- Si el menor hace comentarios hablando de la vuelta de la persona fallecida, hay que confirmarles que eso no va a suceder.
- Los niños y adolescentes deben mantener sus rutinas tras una pérdida.
- Brinda apoyo psicológico profesional.
El duelo es un proceso personal, aunque sabemos que también posee una vertiente social. Lo que está claro es que cada persona lo asimilará de manera diferente y su gestión se debe adaptar a ello.