Si hay una época de nuestra vida donde los cambios a todos los niveles son muy evidentes, esa es la adolescencia. Y como todos los cambios, estos pueden venir acompañados de algunas crisis. Este puede ser el caso de los adolescentes rebeldes y desafiantes, pero también aquellos que se vuelven apáticos o tristes.
En esta ocasión vamos a centrarnos en los primeros, pues saber cómo tratar a adolescentes rebeldes puede ser todo un reto para las madres y los padres.
Índice
¿Es normal la rebeldía en la adolescencia?
Sí, se podría decir que la rebeldía adolescente es casi normal. Aunque se le haya dado una buena educación a los hijos y la presencia como padres y el trato hacia ellos siempre haya sido favorable, hay factores (como los cambios que viven y su manera de percibirlos y aceptarlos) que se escapan de vuestro control.
La rebeldía en la adolescencia es, por tanto, un acontecimiento natural, que se manifiesta en protestas, oposiciones y enfrentamientos.
El problema, sin duda, es cuando esa rebeldía se excede más de lo normal y los padres no saben cómo gestionarla. Pero antes de ver cómo tratar a adolescentes rebeldes, veamos cómo esta característica de vuestros hijos puede afectar en el seno familiar.
Factores que influyen en la rebeldía adolescente
Los cambios en la adolescencia se producen tanto a nivel físico como emocional.
Estos son muchos y aparecen en un espacio de tiempo muy concentrado, provocando una inestabilidad psicológica importante. Esta es una de las razones que pueden hacer que un adolescente comience a mostrarse rebelde, pero no es la única.
- La educación que se les da a los hijos e hijas en la primera infancia influye mucho en cómo van a afrontar su etapa adolescente.
- Búsqueda de su identidad. Cuando el adolescente llega a ese momento de su vida, se da cuenta de que ya no es pequeño y que puede comenzar a tomar sus propias decisiones a expensas de una figura de apego. Esto hará que se sienta mucho más cercano a su grupo de iguales que a las figuras de autoridad y, ante muchas situaciones, con su rebeldía pondrá a prueba los límites que se le han impuesto hasta entonces.
- Escaso control emocional. Los cambios que se producen en esta etapa se dan con muchísima intensidad. Tanta, que cualquier situación, aunque a priori no sea muy conflictiva, puede provocar en el adolescente una tormenta de emociones que no sepa manejar.
- Durante esta etapa los adolescentes son más conscientes de todo lo que les rodea, tienen una percepción más clara de su entorno, por lo que pueden percibir injusticias en lo que al trato que reciben dentro de la familia se refiere o darse cuenta de la ausencia de sus padres. Esto puede convertirlos en adolescentes rebeldes y desafiantes.
Cómo afecta tener adolescentes rebeldes en la familia
Debido a la rebeldía adolescente, pueden surgir ciertos conflictos dentro de la familia:
- Desacuerdos y discusiones continuas entre los adolescentes y sus padres.
- Peleas entre hermanos.
- Alejamiento entre los adolescentes rebeldes y el resto de los miembros de la familia. Por ejemplo, pueden negarse a hacer ciertos planes que antes hacíais siempre juntos.
- Discusiones entre los padres al no encontrar una opinión común sobre cómo tratar al adolescente. Por ejemplo, que uno quiera ser mucho más firme y restrictivo y el otro apueste solo por el diálogo.
- En los casos más graves se puede dar un abandono temprano del hogar por parte de los adolescentes o iniciarse en el mundo del alcohol, las drogas y la delincuencia, con todo el sufrimiento que conlleva ello para la familia.
El nivel de gravedad de estas situaciones va a depender, en gran medida, de si los padres saben cómo tratar a adolescentes rebeldes o no.
Cómo tratar a adolescentes rebeldes: 15 consejos
Sin duda, las tres claves principales para saber cómo tratar a adolescentes rebeldes son la paciencia, la comunicación y la autoridad. No obstante, veamos con más detalle los consejos que indican los expertos.
1. No cuestiones sus emociones
Tu hijo o hija adolescente está experimentando sentimientos y emociones nuevas, y todo ello con una gran intensidad.
Es muy normal que pase de un estado alegre a uno malhumorado con facilidad. Como madres y padres debéis comprender que esto es común y no darle excesiva importancia.
Lo que sí podéis hacer para corregir esa conducta es tomároslo con calma, predicar con el ejemplo y aplicar refuerzos positivos cuando veáis que vuestros hijos no están en un momento feliz.
2. No juzgues ni critiques todo
Aquellos aspectos que no sean relevantes, no los critiques. Si quieres saber cómo tratar adolescentes rebeldes, empieza por no juzgar su manera de vestir, de peinarse o la música que escucha.
Recuerda que están en una etapa de búsqueda de su propia identidad.
3. Da responsabilidades
Para gestionar a adolescentes rebeldes y desafiantes, dales a estos algunas responsabilidades y deja de estar encima de ellos para todo.
Como padre o madre debes empezar a asumir que tu hijo ha crecido y que no puedes tratarle de la misma manera que cuando acudía al colegio.
Es mejor darles sus propias responsabilidades (y si no las cumplen, pedirles cuentas), que sobreprotegerlos.
4. Establece límites y normas
Es importante poner normas y límites correctos a los adolescentes, pero sobre todo ser consecuentes cuando estas no se cumplen.
Esta es la única manera en la que el hijo comprende que si se salta los límites impuestos, habrá una consecuencia.
5. Corregir solo en temas realmente importantes
Al igual que no hay que juzgarles por cosas que no sean relevantes, tampoco hay que corregirles en las que no lo sean.
Céntrate los temas que sí son fundamentales como los valores, el respeto a los demás, el alcohol, las drogas, la violencia, el bullying o el cumplimiento de las responsabilidades.
Si se intenta corregir cada paso que dan, cada palabra que dicen o cada pensamiento que expresan sin que eso sea importante, solo lograrás vivir en una discusión continua.
6. Invierte tiempo
Si deseas evitar que tus hijos se conviertan en adolescentes rebeldes y desafiantes, invierte tiempo en ellos, en acompañarlos en todos sus procesos y en su educación.
Pero esto no debe producirse solo en la adolescencia, sino que debe ser algo que esté presente desde que son pequeños.
7. Escucha con atención
Pon atención en todo lo que dicen tus hijos, esperando a que terminen de expresarse para intervenir.
No menosprecies ni ridiculices sus palabras y dales el tiempo que merecen para hablar.
8. Mantén una buena comunicación
Para mantener una buena comunicación con adolescentes rebeldes, debe haberse establecido desde la infancia una relación basada en el respeto y la confianza.
Esto es crucial para conocer bien a los hijos, facilitando el entendimiento posterior y que ellos se sientan más seguros para confiar en sus padres.
9. Acepta a tus hijos sin compararlos
Evita comparar a tus hijos (adolescentes o no) con sus hermanos o con sus amigos.
Esto puede convertirlos en personas con poca autoestima y ser el motivo por el cual se vuelvan desafiantes.
Quiere a tus hijos como son, solo intentando corregirlos en aquello que sea importante.
10. No te olvides de la sinceridad
Muchas veces la sinceridad es obviada por parte de los padres. Suelen ser dos las razones principales por las que esto pasa:
- Una tendencia a la sobre protección de los hijos.
- La jerarquización familiar.
Sin embargo, la realidad es que la sinceridad es una de las técnicas más efectivas para el acercamiento con los adolescentes. El ver que sus padres confían en ellos para hablarles abiertamente, hace a los adolescentes ganar confianza al considerar que sus progenitores no los tratan ya como niños a los que hay que ocultar cosas.
11. Permite que se equivoquen
Muchas veces los adolescentes se muestran rebeldes porque ante los fallos que cometen, los padres intervienen con críticas o con actitudes sobre protectoras, algo que a ellos ya no les conviene ni les gusta.
Por eso, otra manera para saber cómo tratar a adolescentes rebeldes es simplemente aceptando que tus hijos no son perfectos, que se equivocan y que deben asumir las consecuencias por sí mismos, aunque estas os duelan como padres.
12. No presiones innecesariamente
Tus hijos deben tener sus propias metas y los adultos deben a acompañarlos en los procesos que ellos seleccionen. Por ejemplo, motivar a un adolescente a estudiar a través de una estrategia personalizada es una de las técnicas más efectivas para lograrlo en esta época de la vida tan complicada para familias y docentes.
Lo que no se debe hacer es presionarles para que alcancen unos objetivos y, mucho menos, cuando esos objetivos son aquellos que vosotros no pudisteis lograr.
13. No seas reactivo
Los adolescentes rebeldes y desafiantes intentarán «apretar las tuercas» de los adultos para afirmar e imponer su propia autonomía.
Esto puede llegar demasiado lejos, pero más lo hará cuando los padres actúan con una reacción visceral, pues eso es lo que el adolescente espera para poder seguir imponiéndose.
14. Ayuda en la gestión de sus emociones
Cuando los niños crecen sin que un adulto les ayude a gestionar sus emociones, el sufrimiento y la frustración les acompañará en su desarrollo, llegando a la adolescencia sin tener las herramientas emocionales necesarias.
Como padre y/o madre debes ayudar a tus hijos en la gestión de sus emociones y ser un apoyo para ellos.
15. Busca ayuda profesional
Buscar ayudar de un profesional de la psicología de la adolescencia es, sin duda, una manera muy eficaz de aprender a tratar a adolescentes rebeldes.
Este no solo os puede dar pautas como padres, sino que también ayudará a los adolescentes a gestionar sus emociones, sus cambios y todo lo relacionado con esta etapa para poner fin a su rebeldía.
Las situaciones familiares pueden resultar bastante complejas a veces, como cuando en casa conviven adolescentes rebeldes. Sin embargo, como veis, hay muchas medidas para paliar esa circunstancia.
Igual que hay medidas que se pueden tomar para disminuir el impacto, al menos en lo que la economía se refiere, causado por la pérdida de uno de los progenitores de la familia. ¿Cómo? Con la contratación de un seguro de vida para familias como el de Life5 que proteja a tus seres queridos.